Em... Sí. Tengo manos, tengo teclado y (creo) que puedo escribir un rato.
Ni que decir tiene que he terminado el año sintiéndome MUY muy culpable por haber descuidado el blog y mis autoimpuestas obligaciones para con vosotros*He estado más atenta al canal de youtube porque he tenido más oportunidad de grabar haciendo el cabra que de sentarme, relajarme y escribir. Pero aquí estamos, ¡por fin!Primero:¡FELIZ 2017!Espero que hayáis entrado en este nuevo año con energías renovadas y muchas ganas de leer porque se acercan lecturas realmente suculentas en los próximos meses. Para continuar, quería hablaros de lo que he estado leyendo estas semanas en las que me he hecho la sueca pasando de todo porque, aunque** no sea capaz de usar twitter como el resto del planeta para publicitar cada paso de mi existencia, me gusta contaros qué leo y qué me parece.
*Que no os quejáis, pero digo yo que a alguien le interesará, ¿no?
**No entiendo cómo es posible tanta incongruencia, ser consciente de ello y no remediarlo.He aprovechado las últimas semanas del año para darle fuerte a un par de novelas juveniles que habían llegado a casa de forma discreta y sin muchas expectativas. Porque a esas alturas del año lo último que tienes son expectativas, ¿verdad?
Estuve leyendo Sueños, una novela de la que he visto algunos comentarios y la verdad que he disfrutado de la lectura, quizá por detalles que la diferencian de lo habitual, pero también por impulsiva. Estad seguros de que pronto tendréis la reseña de la novela y si la habéis leído no dudéis en compartir vuestra opinión. Sinceramente, tengo muchas ganas hablar de esta historia. A ella le siguió La última estrella, es la conclusión de la trilogía así que no me siento cómoda hablando del contenido de la novela para no chafar nada que no deba ser chafado. Pero sí debo reconocer que en esta ocasión la historia me ha dejado mejor sabor de boca y con más confianza en el ser humano. En la edición no, es una birria.Y para finalizar el año me propuse una lectura perfecta, otro final de trilogía que además emula en ritmo a sus antecesoras y me ha dejado mejor impresión. He acabado el año con Endgame. Las reglas del juego, de verdad que temí tener que elegir entre terminar la novela o preparar la cena de nochevieja, pero no hizo falta. Es un libro sorprendentemente rápido y ágil, y muy entretenido del que os hablaré más adelante.He empezado el año con mucho optimismo, porque no lo puedo denominar de otra forma, a la hora de encarar las lecturas y mis propósitos para mantenerme activa en el blog, en el canal y ( si algún día consigo hacer uso de ellas) en las redes sociales. Pero sobre todo, he empezado leyendo a Calamity, la tercera y conclusiva parte de la saga Reckoners. Al empezar con la lectura un detalle me ha ¿desconcertado? Y es que han traducido el nombre de Reckoners en la tercera entrega. Quizá se deba a mi tendencia hacia lo conocido, pero no me ha gustado el cambio y menos a estas alturas. De momento acabo de empezar y me encanta el ritmazo que llevan estas novelas, lo amenos que son los personajes, y otras muchas lindezas de Sanderson. Creo que no podía haber empezado mejor el 2017 que con este autor.Ya por último (sé que me estoy cebando pero hacía mucho que no escribía), recordaros/informaros/loquesea que hoy el blog cumple su cuarto año en liza. En serio, alguien debería poner freno a pseudo escritoras desenfrenadas como yo. Llevo cuatro añazos destrozando la blogosfera y aún no me han echado la camisa de fuerza encima *Se acabó, la doy por perdida, está loca. No creo que aguante otro año.* Feliz año, felices lecturas, gracias por estar ahí.