Casas blancas y radiantes… ¡Qué bonito es el blanco! Sofás mullidos y puros, como nubes. Mesas y sillas, de laca armiño. Todo blanco, blanco, blanco… Normalmente, a más blanco, menos niños. Es un color peligroso en el mundo infantil: esos ojos lo que ven, no son muebles blancos, si no un gran lienzo-blanco-en el que dejar volar ( y expresar ) su creatividad y, a poder ser, con la máxima gama de colores posibles…
Este, supongo, fue el argumento creativo de la artista japonesa, Yayoi Kusama . Dicen de ella, que es una de las artistas vivas ( ya sabéis que se diferencian en vivos y muertos ; – ) ) de Japón y una de las más significativas en el panorama internacional. Su Bio en la web, que se inicia en 1929, hace un recorrido por su obra que te deja alucinado tanto por la cantidad como por la calidad . Es una de esas mentes avanzadas a su tiempo, que ya en los 60 , experimentaba con “performances “ interactivas (Body Festivals Kusama).
La primera vez que se mostró la “The Obliteration room” fue en en el 2002. Ahora, esta experiencia interactiva se puede ver en el Gallery of Modern Art en Brisbane (Australia) y pertenece a la serie “Look now, see forever”
La artista, creó un espacio blanco e impoluto e invitó a los niños que visitaban el Museo a enganchar pegatinas (yo los llamo “gomets”)de colores , con total libertad, Sin orden ni concierto. A su bola.
Si se lo dicen a un adulto, os aseguro que también se lo pasa pipa pegando puntos de colores por aquí y por allí pero…¿un niño? ¡Dale “gomets” a un niño en un espacio blanco y…permiso para engancharlos dónde quiera! Y, encima, anímale a que lo haga…¿Resultado? Un fabuloso mundo lleno de color…
Esta es Yayoi Kusama. Su web, aquí.