Acaba de ser liberada la última versión de LibreOffice. Esta versión, la 5.2, es la más madura y estable hasta la fecha. Además incluye algunas novedades que me parecen imprescindibles como por ejemplo el control de confidencialidad de documentos.
Por supuesto no es la única novedad, prácticamente todos los programas que componen esta suite ha recibido cambios importantes y mejoras. No solo en su aspecto, también en la compatibilidad con los formatos DOCX, RTF y especialmente con XLS/XLSX, usados por MS/Office.
Otra novedad que me encanta es la posibilidad de subir archivos a Google Drive desde LibreOffice. Una razón más para seguir insistiendo a Google en ofrecer un cliente de Google Drive para Linux oficial ¿cierto?
Personalmente creo que con esta versión ya no quedan escusas para no usar LibreOffice. Si nunca la has usado este es el momento y si eres usuario habitual con esta nueva versión te encantará.
Aquí una breve reflexión. Siento dar el coñazo, de verdad pero creo que es importante.
Todo muy bonito pero sin embargo, por alguna extraña razón, cuando hablo de LibreOffice todavía hay gente que pone caras raras y de pronto exclama “Ah, ya! OpenOffice!“. Es increíble lo mucho que ha calado ese nombre en la gente a pesar de todo el esfuerzo y promoción que ofrecemos en medios y comunidades para dar a conocer LibreOffice. ¿Puede ser su recuerdo el que cause tanta alergia? :S
También me sorprende la gente que opina que Microsoft es mejor por el simple hecho de que lo “regalan” con el estupendo laptop con la última promoción de Seguros Farabella, con una versión de estudiante valorada en 99€, cuando esa versión está llena de limitaciones que LibreOffice supera con creces lo que puede hacer.
Por no hablar de la formación. Para muestra un botón, el año pasado una maestra en el ciclo que estoy haciendo no paraba de criticar “lo mal que funcionaba LibreOffice” cuando la mayoría de las veces era ella y su poca formación la que causaba el problema. Daba igual si era Office o Libre, si no te han formado y no quieres aprender por tu cuenta…
También está la cuestión de la interoperabilidad. LibreOffice realmente se esfuerza en ofrecer soporte a formatos libres y no libres para que todos podamos trabajar en más o menos unos niveles aceptables de compatibilidad. ¿Qué hace Microsoft? Utilizar su versión no estándar del formato OOXML complicando la existencia a desarrolladores.
Y da lo mismo. Los hay que pagan 99€ al año por una licencia de Office 365 para luego quejarse de cualquier tontería. Creo que es de necios aferrarse a un software que te ancla a un sistema operativo, que te hace pasar por caja cada año o que en un determinado momento decide dejarte tirado al no dar soporte a tu “obsoleto” PC.
Con esto lo que quiero decir, además de soltar un poco de bilis acumulada, es que todavía queda trabajo por delante. Ya no tanto en el software, que también, sino en la apreciación que tiene el público del software libre. LibreOffice es un excelente producto, pero cuando se menciona como ejemplo de software libre hay quien pone esa cara de “te ha tocado dieta durante un año de espinacas” y dice no querer saber nada del asunto. ¿Qué podemos hacer?
Fuente: http://libreoffice.org.ar/