Todos nosotros experimentamos situaciones complicadas en nuestro día a día, situaciones que pueden desencadenar estrés y fastidio, lamentablemente muchas veces a raíz de lo anterior acumulamos cierta ira que buscar ser liberada de nuestro sistema y esta en su gran mayoría de veces se termina desencadenando hacia personas que nada de culpa tienen de nuestros problemas.No es nada sano desahogar nuestra ira y frustraciones con personas que no tienen culpa alguna de lo que nos paso, porque esto ademas de hacernos sentir culpa después de un tiempo, genera resentimientos en las otras personas hacia nosotros, resentimientos que puede desencadenar conflictos y perjuicios para ambas partes.Muchos de los problemas que existen en nuestra sociedad son a raíz de malos entendidos que muchas veces son fruto de los resentimientos, por ello debemos aprender dos cosas:
- Saber desahogar nuestra frustración para que con ella no lastimemos a otras personas, solucionar en lo posible lo que nos frustra y ser conscientes de lo dañosa que puede ser una frustración cuando no evitamos que esta estalle de forma errónea.
- Ser conscientes de que muchas veces otras personas pueden tratar de desahogar su frustración hacia nosotros y que no por eso podemos cargar resentimiento hacia ellos, que si podemos ayudarles con sus problemas eso es lo que debemos hacer y si no podemos hacerlo pues hay que dejarlos tranquilos.