Probablemente hayan escuchado hablar de ellas, pero no sepan mucho quienes son. Pussy Riot es un colectivo ruso de punk rock feminista. Ellas llevaban a cabo performances en Moscú, donde su fuerte era generar ruido a través de la provocación política. Sus letras -para que se hagan una idea- hablan sobre la situación de las mujeres en Rusia, sobre el machismo y, las más recientes, contra la campaña electoral del Primer Ministro Vladimir Putin a la presidencia de ese país.
Fue en marzo de este año, durante un improvisado (y no autorizado) concierto en la Catedral Cristo Salvador de Moscú, donde estas chicas fueron arrestadas y acusadas de vandalismo. Fue a fines de julio cuando se inció el juicio contra las Pussy Riot, lo que las hizo conocidas en el mundo entero, gracias a las denuncias de malos tratos mientras estaban bajo custodia y a la amenaza de una posible sentencia de ¡7 AÑOS DE CÁRCEL! A veces uno se queja de que en Chile -como es mi caso- se sesga demasiado la información, la protesta, el derecho a expresarse. Sé que hay países que tienen peores condiciones de libertad de expresión e información que nosotros, pero aún así sorprende que, en el siglo XXI, año 2012, con todos los avances económicos, tecnológicos, científicos y con la consolidación casi absoluta de la "aldea global" con los que contamos, aún no exista la evolución del pensamiento... Que todavía exista esa ansia de reprimir, castigar y condenar a bandas como esta, que canta una canción en una iglesia, en contra del Presidente Vladimir Putin.
Las Pussy Riot durante su performance en la Catedral Cristo Salvador de Moscú
Ya, convengamos que el lugar elegido por las Pussy Riot no fue el más propicio para su performance. Probablemente si la misma situación se hubiera suscitado en Chile, el escándalo sería mayúsculo también (porque se realizó un show dentro de una iglesia -lugar ampliamente venerado por los ortodoxos rusos- y en contra de la más alta figura del país: el Presidente), pero tal vez se hubiera tomado con más cautela, porque finalmente, en todas las marchas aparece algún improperio en contra de las autoridades... es más bien común aquí.
Pero el condenar con años de cárcel (que finalmente serán 2) a quien piensa distinto y tiene la valentía de expresarlo nos retrasa como sociedad global casi un siglo. Convengamos también que Rusia no se caracteriza, precisamente, por ser un país evolucionado respecto a derechos humanos y a libertad de expresión. Este país, estadísticamente, es reconocido como uno de los países más machistas y conservadores del primer mundo, pero ¿no será mucho?
El gobierno ruso formalizó a 4 de las integrantes de Pussy Riot, dos de las cuales tienen hijos pequeños, a los que no han podido ver desde el momento de la detención, y se teme que los trabajadores sociales puedan llevárselos. Los más conservadores pueden decir "debieron pensar en eso antes", pero ¿por qué uno tiene que callar lo que piensa? ¿Por qué no se puede ser rupturista en el siglo que vivimos, en la sociedad que tenemos, y decir, escribir, gritar lo que pensamos sin que nadie nos ponga el pie encima? ¿A qué le tememos? ¿A qué le temen los gobiernos?
Pensar distinto y darlo a conocer no es un pecado, tampoco debiera ser castigado. La libertad de expresión es parte de la carta fundamental de Derechos Humanos, y ser condenado por expresar lo que uno piensa es totalmente repudiable.
Amnistía Internacional también se pronunció ante este caso, y calificó la condena como "un golpe amargo contra la libertad de expresión". Asimismo Hugh Williamson, de los Observadores de Derechos Humanos, explicó que "los cargos y el veredicto [...] distorsionan los hechos y la ley [...]. Estas mujeres nunca deberían haber sido acusadas de un delito de incitación al odio y deberían ser liberadas inmediatamente".A continuación les dejo el tema que estas chicas hicieron durante su cautiverio en la cárcel rusa durante el tiempo en que todavía no eran formalizadas. La canción se llama Putin Lights Up The Fire, y el video está hecho con imágenes del día del incidente y del revuelo que han causado las Pussy Riot a nivel mundial.