Revista América Latina

Liberty...

Por Luisanaperez286 @luisanacarolina
seguimos recorriendo Bali, y esta vez nos decidimos por ir al este de la isla. Siguiendo al norte, en dirección al volcán Agung, nos desviamos al oeste y por una muy buena vía, sólo con algunos arreglos, pero de verdad bastante transitable, comenzamos a bordear la isla. Una hermosa vista nos rodeaba, por un lado teníamos al imponente volcán, que nos acompañó por una buena parte del recorrido, y por la otra las hermosas terrazas de arroz que nunca faltan y que nunca nos cansamos de ver (aunque sí nos cansamos de comerlo). Luego de un buen trayecto, aparece la playa de sorpresa, muy cerquita, la bordeábamos, la perdíamos, y así hasta volver a entrar a los arrozales.
Pasando Amed, encontramos una playa de piedras negras que esconde un lindo arrecife para explorar con máscara y chapaletas, Tulamben se llama. Con muy pocos visitantes -por lo menos el día que fuimos-, encontramos por muy buen precio que nos rentaran el equipo de snorkel, también se podía rentar el equipo completo de tanque, traje, y hasta cámara para debajo de agua, pero a precios desorbitantes.
Yo, lo admito, soy una miedosa de las profundidades del mar, y a medida que nadábamos hacia adentro, más miedo me daba, por lo que no podía disfrutar mucho. Pero hasta el punto donde habíamos llegado (20 metros aproximadamente hacia adentro con una profundidad de 5 metros), nos rodearon peces de todos colores, hermosísimos, grandes del tamaño de un brazo. Pues lo fantástico de este paseo es el Liberty, un barco hundido no muy lejos de la orilla y perteneciente a la marina estadounidense, que fue torpedeado por un submarino japonés en 1942. Pues dicho barco encalló, y en 1963 a consecuencia de la erupción del volcán Agung se partió en varios pedazos y terminó en las profundidades. Yo llegué a ver sólo un pedazo del barco, cubierto ya de corales y con un color blanco terrorífico. Dicen mis amigos y Luisfer que un poco más adentro se pueden ver pedazos más grandes del barco pero no muchos detalles, por lo que era difícil descifrar que partes del barco se estaban viendo.
Estuvimos horas allí. Rato después de mi primera entrada al agua, decidí volver a entrar y nadar un poco más, no llegué al barco, pero si me relajé y disfruté muchísimo de lo que veíamos, cardúmenes de peces plateados, peces largos como unos palitos, estrellas de mar azules, otras blancas, peces jugando entre ellos, rodeándonos, corales cerebro, morenas, en fin, una variedad súper bonita. No vimos muchos corales de colores, puesto que muchos estaban muertos, lo que fue una lástima, también triste fue ver algunos desperdicios flotando o en las profundidades.
El regreso a casa fue increíble, sin lluvia y con la piel quemada, en dos horas estábamos de vuelta. Este fue uno de los mejores viajes que hicimos dentro de Bali. Gracias Tulamben.
Mención especial: Gracias a Luisfer por tenerme tanta paciencia, volver a entrar conmigo al agua y sostenerme la mano todo el tiempo.

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