El mariscal libio Jalifa Haftar, al frente del Ejército Nacional Libio, puso en marcha en mayo de 2014 un golpe militar con el que pretendía sacar del poder a los islamistas, que lo ostentaban desde las primeras elecciones tras la caída de Gadafi, celebradas en 2012. En junio de ese mismo año, unas nuevas elecciones dieron la victoria a las facciones seculares que apoyaban a Haftar, resultado que los islamistas se negaron a aceptar. Los representantes recién elegidos se vieron obligados a refugiarse en Tobruk, mientras que las facciones islamistas mantenían el control de la capital, Trípoli, desembocando en la división total del país entre estos dos Ejecutivos enfrentados.
En un intento de recomponer la situación, la ONU auspició la firma del Acuerdo Político Libio, por el que se creaba un Gobierno de transición llamado Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), que acabó absorbiendo a los islamistas. Hoy, ese Gobierno está liderado por Fayez al Sarraj desde Trípoli y es reconocido por la ONU y la mayoría de actores internacionales. No obstante, el que acuerdo no fue aceptado por el parlamento de Tobruk y, desde entonces, los dos Gobiernos han luchado p...
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaLibia, el nuevo campo de batalla entre potencias fue publicado en El Orden Mundial - EOM.
