Resulta curioso asistir a este tipo de contrastes: mientras cada vez más librerías están cerrando sus puertas por ausencia de clientes y ventas, otras como la portuguesa Lello e Irmão se permiten el lujo de cobrar entrada debido a la masificación que sufren a diario.
Algunos visitantes se indignan ante el precio de la entrada y solamente se asoman al escaparate para verla entre cristales: es bastante pequeña y la red está saturada de fotografías de su interior, por lo que este vistazo en principio es suficiente (y la aglomeración no va a permitir sacar una foto en condiciones, ni apreciarla con tranquilidad: mucho menos buscar libros con la calma necesaria) pero los cancerberos son bastante desagradables y con solo detenerse en la acera a la altura de la librería, se acercan a pedir el ticket.
Este ticket cuesta 3€ y se compra en un kiosco llamativo y horrible instalado en una plaza de aparcamiento frente a la librería. Si finalmente compras algo, descuentan ese importe al de los libros que hayas elegido. Pero, ¿y si sólo vas a hojear/ojear? ¿Y si eres un cliente antiguo? Visito muchas librerías en mi ciudad y no siempre me llevo libros, quiero decir.
La acera está siempre invadida con las colas que forman los visitantes y los pivotes para organizar la entrada. Pero, si fueras el dueño de esta librería y vieras cómo se convierte poco a poco en lugar de peregrinación y que los libreros no pueden hacer sus tareas cómodamente debido a la masificación continua, ¿cobrarías entrada? Posiblemente sí... es comprensible.
En torno a este establecimiento circula el extendido rumor de que sirvió de escenario para el rodaje de las escenas de una película de Harry Potter, en concreto, el interior de la tienda Flourish & Blotts del mágico callejón Diagon. Por lo visto este rumor es falso, y si vemos fotogramas del interior de Flourish comprobamos que no tiene nada que ver con Lello. Ambas son preciosas y espectaculares, eso sí... pero distintas. Sin embargo, este rumor sirve para que los turistas marquen este punto en sus mapas y bueno, si bajo esa excusa compran algo y leen, habrá merecido la pena.
Oporto tiene muchas más librerías, donde no cobran nada por entrar. Y en cuanto a tiendas preciosas y no tan conocidas, existe una en la Rua do Bonjardim llamada Mundo Místico, donde se pueden encontrar preciosos objetos de inspiración céltica, tarots o utensilios para realizar algunos rituales. Está decorada con mucha delicadeza y tiene una iluminación tenue; al fondo se encuentra una fuente donde los visitantes dejan monedas a deidades paganas, representadas por pequeñas estatuas. Y además, tienen incienso de bosque, y de sangre de dragón.