Cuando hice por el mes de mayo el libro de firmas para la Comunión de Paula sabía que sería mi perdición porque el papel es adictivo y da tanto de sí como imaginación se tenga en la cabeza. Así que después del primero llega el segundo. Y aún me queda mucho por aprender y mejorar por lo que llegarán más. Hay que practicar. Pero de momento, este es el resultado final del álbum de firmas.
Sólo os enseño un poquito porque por dentro tiene más sorpresas especiales para los novios.