Revista Cultura y Ocio
¡Hola flores!
Normalmente os saludo con un "florecillas" pero hoy no estoy tan animada. Estoy terminando de leer un libro que me tiene con un nudo en el estomago y necesitaba tomar un respiro. Por eso se me ocurrió esta entrada. Es jueves, son las 22:22 y tengo una angustia en el pecho que no puedo con ella.
Por suerte o por desgracia yo no suelo llorar con los libros. He leído muchos y he llorado con muy pocos, por eso los que han logrado sacarme las lágrimas tienen un lugar muy especial dentro de mí. No hace falta que un libro nos cuenta la historia más triste del mundo para hacernos llorar, solo tiene que hacernos sentir. Removernos por dentro.
Me considero una persona bastante llorica. Déjame ver una película en la que un animal muera y me tendrás llorando media vida. O sin ir más lejos, algunas de esas típicas comedias románticas me han hecho llorar ríos, mares y océanos. Es más, así en petit comité, la primera película con la que yo lloré fue Stuart Little. Creo que los libros forman una parte tan importante de mi vida que por eso me cuesta tanto llorar con ellos.
Sin más, os dejo con los libros que han sacado de mí lágrimas al por mayor.
El niño con el pijama de rayas - John Boyne.
Con este libro lloré mucho. Los temas de la segunda guerra mundial y los nazis siempre me han atraído e imagino que si no habéis leído el libro, habréis visto la película. Con la película no lloré. El libro me dejo sin lágrimas durante una gran temporada. Hay mucha diferencia de cómo se cuentan las cosas en el libro, a cómo están contadas en la película.
La última canción - Nicholas Sparks.
La historia de amor de este libro no es la más bonita, ni la más real, ni la más creíble ni la más nada. De hecho, no fue la historia de amor lo que me hizo llorar, fue otra cosa que ocurre y que no os contaré para no hacer spoiler si no habéis leído. Me acuerdo perfectamente del día en el que lo terminé. Estaba en Asturias y era por la noche en mi cama. Las lágrimas comenzaron a caer y a caer y yo intentaba no sollozar porque no quería que mi padre me viese llorar por un libro.
Bajo la misma estrella - John Green.
¿Hay alguien en la sala que no haya llorado con Bajo la misma estrella? Me terminé el libro un par de semanas antes de que saliese la película y cuando apenas me quedaban sesenta páginas para acabar yo pensaba "No sé que tendrá que todo el mundo llora y yo todavía nada". Ingenua de mí. Lo terminé en casa de una amiga y lloré cual desconsolada. Inmediatamente después vi el trailer y lloré aún más. Cuando llegue a casa, le leí la carta final a mi padre y tuve que parar para llorar. Y cuando fui a ver la película la gente se iba del cine y yo seguía llorando con los créditos y después en el coche.
Si decido quedarme - Gayle Forman.
En los últimos meses os he hablado bastante de este libro pero es que como ya sabréis, ha pasado a mis favoritos sin duda alguna. La forma que tiene de narrar Gayle Forman, de contar las cosas y en concreto dos momentos del libro lograron que llorase muchísimo. Era raro porque sonreía en una página y a la siguiente se me caían las lágrimas.
Encontrando a Silvia - Elisabet Benavent
Lo que menos esperaba del mundo era llorar con libros de esta autora con los que disfruto y me río tanto. Y este es el famoso libro del que necesito un respiro para poder seguir. He llorado, se me ha puesto un nudo en el estomago y he necesitado parar. Puede que si lo leéis, no lloréis, pero a mí me remueve por dentro y me trae recuerdos no deseados.
¿Y vosotros? ¿Soléis llorar con libros? ¿Con cuales habéis llorando? ¿Alguno de los que he nombrado?¡Espero que os haya gustado!¡Sed felices!