Hoy traigo unos cuantos libros de poesía de ediciones Dauro. ¡Espero que os gusten! ^^
¿Se puede sentir nostalgia de un pasado infeliz, de lo
que se dejó atrás, pero que permanece en algún
recoveco de la subconsciencia? Dicen que no, que solo
se añoran los tiempos en que reconocíamos la dicha
como una compañera cotidiana, una especie de ángel
de la guarda que no nos faltaría nunca, materializándose
en una fiesta de cumpleaños, en la sonrisa de un
abuelo, en el paso de una cabalgata.
Resulta imposible aislar los instantes de sufrimiento,
por muchos que sean, separándolos de las vivencias
más agradables, como si unos y otras constituyesen la
cara y la cruz de una moneda. Habría que decir nostalgia
de todo, de un todo que podemos sortear de puntillas
convirtiéndolo en nada, aunque continúe ahí, en el
rincón más próximo a los sueños, acechándote sin que lo
sepas para sorprenderte en el momento más inoportuno
con su colección que nunca quisiste repasar.
No ignoramos lo que sucedió, solo que no nos sucedió a nosotros: yo era un yo que hoy no existe, ellos jamás encarnarán los cuerpos con que posan en una fotografía en blanco y negro. Aquel viaje, el éxodo de una familia hacia una dudosa tierra de promisión, las calles ajenas, el ferrocarril, las aulas por estrenar, las iglesias desconocidas y los árboles, árboles sobre los que nunca apoyé unas manitas de párvulo, aguardan como adheridos al itinerario de nuestra historia. Solo queda el mañana. Y si no pienso en el mañana, para sentir nostalgia de todo, a veces me deslumbra durante unas décimas de segundo la luz al final de túnel.
Mil trinos de furia y sal - Celia Cortes
Mil trinos de furia y sal es una obra poética
confeccionada con espacios in nitos de sentimientos, espiritualidad y belleza.
Son, como su nombre indica, trinos, cantos, a
veces cortos y otros largos, que dejan entrever
lo grande del amor y de la alegría, pero también
de la tristeza y del dolor.
Con un lenguaje claro y sencillo despliega y
abre la puerta que da paso a lo que sentimos.
Son versos con furia y fuerza que tienen el
poder de curar, como la sal, aquello que quema.
Es mi sombra, lo veo en otros ojos,
al cruzar un extraño oigo su voz
y lo respiro por los plataneros
del río cuando la luz de septiembre
es milagro entre las nubes oscuras
que se concentran en huelga de sed.
Se dice en Santa Rosa, centinela
de mis sueños, cuando al n me evado
de quimeras, de grandes soledades.
Esta noche un rasguño, claro imán,
ilumina el paseo polvoriento.
Seguro que en su torre lo divisa,
de otra dimensión, de otro matiz. Mar
próximo que distancia. Qué dolor
tanto vacío humano por la arena.
Existen otros mares. Quizás duelan mejor.
Versos desabrochados - Alicia Choin
Me acurruqué en una tarde de mesa camilla.
Bajo el faldón de nubes algodonadas
pasaba el calor de las últimas ascuas
con las que me mirabas.
Era otoño. ¿Lo recuerdas?
Los deseos caían a nuestros pies
en el boulevard de la avenida...
aquellas miradas, las manos cogidas...
y todas las cartas sobre la mesa.
que el de tus susurros en mi oído,
cuando me escribías secretos en el tronco
y subías hasta la copa de mis cabellos.
Pero cogiste un camino.
El que te llevaba al invierno.
Tantas veces bebí de tus labios
La escarcha de tu boca se hace agua,
ahí sigue mi reflejo.
Yo no soy mucho de leer poesía pero cuando lo hago siento una emoción que me encanta. ¿Os pasa lo mismo?, ¿os llama alguno?.