2023 ha sido un buen año lector comparado con los años anteriores. Al final he conseguido leer 8 libros, más uno que dejé nada más empezar, y otro que dejé a medias porque tenía que devolverlo a la biblioteca y después no volvió a estar disponible.
Tengo que reconocer que la maternidad, sobre todo los primero meses, ayudó mucho a leer más, ya que aprovechaba muchas siestas de Greta encima de mí para leer. Pero según fueron pasando los meses y empezó a estar más despierta, empecé a tener menos tiempo. Y cuando volví al cole en septiembre, fui incapaz de tocar una sola página en tres meses. Aunque conseguí terminar un libro en diciembre y empezar otro que espero poder terminar en enero.
- Tres cuentos, Truman Capote. Aprovechando una de nuestras visitas a la biblio, cogí este cuento de un montón de libros con temática navideña que proponían para leer. Reconozco que este autor no me encanta, pero las historias eran cortas y enganchaban. Lo terminé super rápido.
- Vozdevieja, Elisa Victoria. Empecé este libro en diciembre y lo terminé también bastante rápido. Tenía las expectativas muy altas (típico libro super instagrameable) y no me gustó mucho, pues me chirriaba demasiado que una niña tan pequeña (9 años) tuviera una obsesión tan grande por el sexo. Sí que me gustó su relación con su abuela y que la historia ocurra en el verano del 92, pues yo tenía 10 años entonces y el libro me trajo algunos recuerdos de la época.
- Los renglones torcidos de Dios. Leí este libro hace más de 20 años y tenía muchas ganas de ver la película, por lo que quise refrescar un poco la memoria releyéndolo. Aunque creo que quizás fue un error, porque aunque la película empieza tal el libro, según va pasando, se acaba pareciendo menos. Aunque la fotografía de la película y la caracterización de los personajes me encantaron, me gustó mucho más el libro.
- Cauterio, Lucía Lijtmaer. Otro libro que vi mucho en Instagram. Lo terminé en una semana y es que gracias a que son capítulos cortos e intercala un capítulo del pasado con otro del presente,hace que se lea muy rápido. Las historias en sí no me entusiasmaron, pero me gustó cómo al final convergen en una sola.
- Tostonazo, Santiago Lorenzo. Hacía tiempo que tenía este libro en mi wishlist, pero últimamente creo que los libros de Blackie Books están un poco sobrevalorados. Leí hasta la página 14 y lo dejé porque me pareció, literalmente, un tostonazo.
- Canto y la montaña baila, Irene Solà Sáez. A este libro también le tenía muchas ganas por culpa de Instagram, y aunque al principio me encantó cómo estaba escrito (una historia contada en cada capítulo por un personaje diferente, incluidos seres inanimados, de una manera muy musical), al final no me enteré muy bien de qué ocurría en realidad.
- Agnes Grey, Anne Brontë. Este libro me vino en una revista y aunque la edición es fea, el libro me gustó mucho. Cuenta cómo era la vida de las institutrices durante la época victoriana.
- En plena noche, Mikel Santiago. Este libro lo recomendó una chica que sigo en Instagram y me llamó mucho la atención, pero fue la época en la que Greta empezó a estar más despierta y empecé a leer menos, por lo que cuando se acabó el plazo para devolverlo, llevaba unas pocas páginas. Y aunque volvía reservarlo, cuando estuvo disponible no pude acercarme a la biblioteca a por él. Pero me gustaría retomarlo.
- El amante japonés, Isabel Allende. Me vino en una revista y ha pasado a ser mi libro por excelencia del 2023 y es que ha pasado a ser de mis libros favoritos. Una historia preciosa de amor que empieza durante la según guerra mundial y llega hasta nuestros días.
- Todo lo que somos juntos, Alice Kellen. Hace un par de años leí la primera parte y me pasó lo mismo que con la segunda, me gustó pero me costó terminar el libro. La historia engancha, pero me parece un poco ñoña. Lo que me alucina es que con ambos libros me pasó una cosa curiosa cuando los puse en wallapop y es que tuvo muchos me gusta y los vendí en seguida. Por el primero incluso me ofrecían más dinero del que pedía. Sí alguien sabe por qué, que me saque de dudas jejeje.