- Tu nombre después de la lluvia, de Victoria Álvarez: una entretenidísima historia de aventuras, amor y misterio en el corazón de la Irlanda más mitológica y hechizante.
- Las chicas de campo, de Edna O'Brien: el relato de iniciación de dos jóvenes que luchan por abrirse camino en la rígida sociedad irlandesa de mediados del siglo XX.
- El jilguero, de Donna Tartt: una obra maestra de nuestros tiempos que aúna intriga y reflexión, además de unos personajes profundamente humanos y fascinantes. Aún no la he reseñado, pero os adelanto que tiene muchas posibilidades de ser la mejor novedad de este año.
- Los habitantes del bosque, de Thomas Hardy: un triángulo amoroso en un ambiente rural de la época victoriana, con el conflicto de la diferencia de clases como fondo.
- ¡Melisande! ¿Qué son los sueños?, de Hillel Halkin: una poética historia de amor contada desde la serenidad de la madurez que desnuda los lados más luminosos y sombríos de una relación.
- Es un decir, de Jenn Díaz: la voz íntima y fresca de una niña que se ve obligada a crecer de golpe al descubrir los secretos de su familia, escondidos en el marco de la posguerra española.
- Élisa, de Jacques Chauviré: un amor infantil, tierno y transparente, que conecta los recuerdos de la infancia con los sentimientos de la vejez.
- La segunda vida de Viola Wither, de Stella Gibbons: una Cenicienta moderna busca su suerte en el amor en una comedia romántica irónica y mucho más interesante de lo que parece.
- Tres noches, de Austin Wright: un thriller psicológico apasionante que conmociona al lector y lo mantiene en vilo mientras dura la lectura.
- El insólito peregrinaje de Harold Fry, de Rachel Joyce: una novela entrañable y simpática sobre un hombre que emprende un viaje físico y mental del que emerge renovado.
- El árbol rojo, de Shaun Tan: un álbum ilustrado de estilo surrealista que nos recuerda la importancia de buscar las pequeñas ilusiones del día a día.