Vayamos por partes. Nos advierte el autor (quizá en un ejemplo claro de la validez del viejo aserto que asegura que (excusatio non petita, accusatio manifesta) en la página 136 que ni en Zapatero ni e
n Blanco hubo “en ningún momento la menor tentación de aprovechar la ola contra la guerra a favor de los resultados electorales”. Ellos eran de otra manera. Ya lo decía su eslogan, lo suyo era otra forma de ser, mejor por supuesto que la del resto.No creo en la inocencia ni en la virginidad de ningún político, y desde luego tampoco en la de estos dos. Así que, estimado autor, no me lo creo. Claro que la hubo. Como la había en el PP para capitalizar la derrota de ETA. Los políticos son incorregibles...Durante el libro, el autor intenta llevar el agua a su molino: el PSOE ganó porque ellos los asesoraron y ahí lo atentados no tuvieron nada que ver. La pena es que todo eso es mentira. Vayamos a los datos: el propio autor señala que sus sondeos internos les daban, a 15 de enero (apenas dos meses antes de las elecciones) siete puntos de desventaja respecto al PP. El ocho demarzo, lunes, es decir, apenas seis días antes de los comicios, el diario El Mundo publicaba una marcroencuesta realizada durante ese fin de semana (es decir, justo una semana antes) en la que el PP obtenía entre 168 y 173 escaños, es decir, cerca de la mayoría absoluta, por entre 138 y 144 el PSOE, con un margen de error del ±3,16% para datos globales. Esto es lo que decían las encuestas de manera sistemática dos meses antes y la semana previa al atentado. Varían algo las cifras, pero no la línea: el PP perdía la mayoría absoluta y el PSOE, lejos aún del triunfo, mejoraba empero los exiguos resultados de Almunia en el año 2000.
A mayores, había sido un inicio de año jodido para el partido socialista. Es bueno recordar el contexto. A finales de enero ABC había publicado que el vicepresidente del gobierno catalán, el tal Carod, se había visto con ETA en Francia para pedirles que no mataran en Cataluña. Carod gobernaba con la marca electoral del PSOE en Cataluña. Y el daño había sido grande en cuanto a imagen para los socialistas. Enfrente, es cierto, el PP llegaba castigado por la oposición a la guerra, que era ruidosa y desde luego significativa en nuestro país.Bueno pues el tal Campmany asegura que ya antes de los atentados las cosas habían cambiado. Yo creo que no se lo cree ni él, aunque es verdad que, como es tan listo, nos dice hasta la fecha exacta del cambio de tendencia: el domingo día ocho de marzo (página 259). Lo dice así, con dos cojones. No da la hora exacta para no impresionarnos, supongo. En fin, lo que no se cree ni él es el cierre del capítulo 11, último del libro antes del epílogo “ Seguramente, el PSOE habría ganado las elecciones sin el atentado de Madrid”.En fin, un libro olvidable y prescindible, que supongo ha debido de irle pesando al autor con los años.
Y no me extraña.