Yo soy una de esas personas que comenzó a leer desde muy pequeña. Gracias a mis padres que, aunque no son grandes aficionados a la lectura, me abrieron el camino. Es muy importante que desde que apenas sabemos leer se siembre en nosotros esa semilla de curiosidad por las letras, los libros, las artes... siempre he creído que la cultura es un don maravilloso que nos distingue de los demás animales y que saber valorarlo desde la cuna resulta esencial para formarnos ante el mundo.
Para todos aquellos que tengáis hermanos, hijos, primos... quería escribir esta entrada, dónde os cuento los libros que recuerdo con más cariño de la infancia y gracias a los que hoy puedo leer maravillosas obras.
Un cuento para antes de dormir
Cuando apenas sabía leer éste era mi libro favorito en el mundo. El patito feo, La princesa y el guisante, Los huevos de la gallina de oro, Pulgarcito, todos esos cuentos clásicos de toda la vida me maravillaron y no podía dejar de leerlos. Además como estaba plagado de ilustraciones a todo color me pasaba ratos larguísimos mirándolas. Pensar que en aquel entonces leer unos renglones era toda una hazaña y que en parte gracias a eso hoy estudio literatura en la universidad es algo precioso.
El pirata Garrapata
Ya en primaria descubrí el maravilloso mundo de Barco de Vapor. ¡Tantísimos libros leía! El pirata Garrapata en África, El secreto de Lena, El vampiro vegetariano, Cerote el rey del gallinero... entre muchos otros. Como anécdota, cuando era pequeña, nos regalaron en clase un libro de Barco de Vapor con todos los alumnos del curso como protagonistas, recuerdo que se llamaba El chicle más largo del mundo y fue mi libro favorito por años. Tenía apenas 60 páginas pero leerlo en un día era un verdadero logro.
Kika Superbruja
¡Buah! La íncreíble Kika Superbruja llegó a mi como regalo de cumpleaños y me encantó tanto que leía de ella un libro tras de otro. Me inició en el mundo de la magia, de los detectives... incluso del futbol. Recuerdo que por su culpa no paraba de escribir en los sitios con zumo de limón y seguir cada uno de sus consejos me divertía una barbaridad. ¡Maravillosa!
Harry Potter y la piedra filosofal
Cuando ya conocía algo del mundo de la magia y con apenas once o doce años llegó a mí el mago más grande de todos los tiempos, el único capaz de derrotar a Lord Voldemort,sí sí, Harry Potter.
De hecho, creo que miento si no reconozco que ha marcado casi toda mi infancia. He crecido esperando la publicación de sus libros, los estrenos de sus películas, jugando con mi mejor amiga a hacer conjuros y hechizos... llorando por cada personaje que moría, alegrándome por cada triunfo del trio más importante de Hogwarts.
Crónicas de la Torre 1
Un poquillo más mayor quizás, descubrí el amor gracias a Laura Gallego. La ternura de sus personajes principales, la magia con las que creaba todo su mundo literario, los dilemas a los que la protagonista debía enfrentarse. Poco después recuerdo leer también Memorias de Idún y para mí había momentos de auténtica tragedia. ¿Qué cosas, verdad? jaja.
Éstos, Bostezantes, fueron algunos de mis primeros libros. Desarrollaron en mi una poderosa imaginación y un afán aventurero y de superación que me ayudaron a crecer. Gracias a ellos creé juegos increíbles en el patio del colegio, en casa, con mis amigos. Con ellos descubrí obras aun mejores que dejaron en mí auténticos valores, gracias a ellos estudio, como dije, literatura en la universidad, he creado mi propio blog y qué más cosas acabaré haciendo...
Nunca, nunca olvidéis el poder de los libros, en ellos se encuentra escrito el mundo entero. ¿Y vosotros, contadme, qué libros marcaron vuestra infancia?