"La condesa de Vilches" (Federico Madrazo)
El cuento, como género literario, se define por ser una narración breve, oral o escrita, en la que se narra una historia de ficción con un reducido número de personajes, una intriga poco desarrollada y un clímax y desenlace final rápidos.
Durante los próximo meses voy a traer hasta el blog algunos de los relatos cortos más famosos de la historia de la literatura universal. Obras de autores como Philip K. Dick, Franz Kafka, Herman Melville, Guy de Maupassant, Julio Cortázar, Alberto Moravia, Juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Lovecraft, Jack London, Anton Chejov, y otros... Espero que los disfruten.
Hoy continúo la serie con el titulado "El día no restituido", de Giovanni Papini (1881-1956). Escritor y poeta italiano. Uno de los animadores más activos de la renovación cultural y literaria que se produjo en su país a principios del siglo XX, destacando por su desenvoltura a la hora de abordar argumentos de crítica literaria y de filosofía, de religión y de política. Inicialmente ateo y escéptico, se convirtió en 1920 en fervoroso católico no sin escándalo y sorpresa de muchos. Este cambio espiritual, fue el germen de "Historia de Cristo" (1921), libro que alcanzó un enorme éxito a pesar de que algunos le acusaron de ser un gran manipulador de las ideas que se adaptaban al momento. En esta misma línea de heterodoxia que irritaba por igual a ateos y creyentes escribió "San Agustín" (1929), "Gog" (1931), "El Diablo" (1943), y "Cartas del papa Celestino VI a los hombres" (1946), un papa imaginario del que se sirve para lanzar un mensaje de paz y fraternidad, y sobre todo "Juicio Universal", en el que trabajó casi toda su vida y que se publicó póstumamente. La crítica europea considera que su mejor obra es "Gog", una colección de relatos filosóficos, escritos en un estilo brillante y satírico, y hasta el propio Papini confesó amarla sobre todas las otras. A ella le siguió, muchos años después, como continuación, "El libro negro", con igual estilo brillante y satírico. Sin embargo, "Un hombre acabado", su autobiografía, es considerada como su obra maestra.
Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt