A la hora de entrenar un equipo de fútbol, no solo podemos mirar el conocimiento táctico del entrenador, si no que cada vez es más importante la manera de llevar psicológicamente al equipo por el camino correcto. El liderazgo también es muy importante a la hora de escoger capitanes ya que, ellos serán los representantes de los jugadores y la voz del entrenador en el campo. Pero es muy complicado encontrar un gran líder en el campo. Sin lugar a duda todos sabemos ejemplos de capitanes con un gran liderazgo como Raúl, Puyol, Casillas, Fran… pero… ¿cual es el motivo de que se hicieran los dueños del vestuario? Para guiarnos por este camino, hoy os muestro 10 estrategias para la mejora de liderazgo. Estas estrategias fueron extraídas del libro: Las 10 estrategias de Shackleton en su gran expedición antártica.
- Visión y victorias rápidas: Nunca pierda de vista la última meta y concentre su energía en objetivos a corto plazo. Tenga claro el sentido del viaje. En el caso de Shackleton, devolver a sus hombres sanos y salvos a Inglaterra, después de haber tenido que abandonar con humildad y flexibilidad la misión original, cruzar la Antártida. Para nosotros tener claras la visión, misión y objetivos a alcanzar por nuestro equipo. Con este objetivo en mente, obtenga éxitos parciales que alimenten la confianza para la larga travesía que puede suponer una temporada completa.Hay que tener en cuenta el objetivo estratégico a más largo plazo, como podría ser la temporada y al mismo tiempo que se persigue ese objetivo lejano, es preciso focalizar los recursos del equipo en tareas críticas a corto plazo como pueden ser las distintas jornadas de liga.
- Ejemplo personal: De ejemplo personal con símbolos y conductas visibles, fáciles de recordar. Rodee su estilo de liderazgo de gestos, símbolos y mensajes que sirvan de ejemplo y referencia. En el anterior capitulo se subraya la importancia vital de que la energía fluya hacia metas a corto plazo y a largo plazo. En este resalta varias tácticas de liderazgo para movilizar dicha energía mediante el ejemplo personal con imágenes y símbolos concretos.
- Optimismo y realidad: Inspire optimismo y autoconfianza, actitud mental crucial para la gestión de la crisis que la vida en general y los equipo en particular siempre acaban deparando, pero aférrese a la realidad. La capacidad de ser optimista en momentos difíciles marca la diferencia en situaciones al límite. Esta cualidad es la capacidad para fijarse retos imposibles, para creer que todavía se puede ganar y para convencer a los demás de que además tiene razón.
- Resistencia: Cuide de sí mismo: mantenga su resistencia y déjese de complejos de culpa. Se trata de ejercer el autogobierno personal con equilibrio y sentido de la distancia, asumiendo su responsabilidad pero sin reprocharse culpas que lo paralicen. Quienes eligen dirigir al límite son con frecuencia individuos dotados de gran energía y empuje. La persecución de metas nobles implica fuertes exigencias físicas y psicológicas.
- Mensaje del grupo: Refuerce constantemente el mensaje de grupo: <
- Valores clave del equipo: Minimice las diferencias de estatus e insista en la cortesía y el respeto mutuo. Fomente y ejerza valores sublimes y edificantes como la camaradería, el respeto, la confianza mutua y la naturalidad en detrimento de la jerarquía y la frialdad de los galones que aporta el puesto de entrenador.
- Conflicto: El conflicto llega de diversas maneras: discusiones directas, desacuerdos, sabotaje y agresión pasiva. En un equipo el conflicto no supone la supervivencia física pero si puede suponer una menor productividad, aumento del estrés, energía desperdiciada y menor capacidad de resolución de problemas. Domine el conflicto. Maneje el enfado en dosis pequeñas; atraiga a los disidentes e impida luchas de poder innecesarias Lejos de minimizar, negar, aparcar o retrasar el conflicto, realidad connatural al quehacer humano y a los equipos deportivos, afróntelo de cara y penetre en sus misterios. En lugar de rodearse de colaboradores sumisos, incorpore en su equipo personalidades.
- Relájese: Esta estrategia incorpora lo que es probablemente el comportamiento menos intuitivo de las diez estrategias para liderar al límite. En circunstancias de estrés, cuando los tiempos son difíciles, hacer una fiesta es lo que menos se le pasa a uno por la cabeza. Encuentre algo que celebrar y algún motivo con el que reír. No sea cicatero o rácano en la celebración de los éxitos, y practique con tacto y oportunidad el sentido del humor. Es importante ir celebrando las victorias u objetivos parciales que nos conducen hacia los objetivos generales pretendidos. En condiciones de presión, la capacidad de relajarse, festejar y reír puede marcar la diferencia. Romper una espiral negativa, estimular la creatividad, recuperar el foco, recargar la energía y ser capaz de superar obstáculos gigantescos.
- Riesgo: Este dispuesto a asumir el Gran Riesgo. Dirigir es decidir, de modo que haga las paces con la incertidumbre y el riesgo, y embárquese preparado y resuelto en la aventura de optar, elegir y actuar en consecuencia. Habrá momentos en los que no habrá porque asumir riesgos innecesarios que pongan en peligro los resultados, pero también habrá otros momentos en los que para mantener lo que nos parece el rumbo seguro habrá que hacer movimientos peligrosos. Este capítulo explora ambas dimensiones del riesgo. Como entrenador tendrá que tomar decisiones constantemente y tendrá que asumir el riesgo de equivocarse pues como dice el dicho “el que tiene boca se equivoca”. Nunca asuma un riesgo innecesario y cuando el riesgo este justificado, no dude.
- Creatividad tenaz: No abandone nunca, siempre hay otro movimiento. Por ultimo instrúyase en la disciplina, la constancia, la perseverancia y la voluntad más firmes, pues serán la clave para desarrollar la creatividad.Inspire optimismo y autoconfianza, actitud mental crucial para la gestión de la crisis que la vida engeneral y los equipo en particular siempre acaban deparando, pero aférrese a la realidad.La capacidad de ser optimista en momentos difíciles marca la diferencia en situaciones al límite.Esta cualidad es la capacidad para fijarse retos imposibles, para creer que todavía se puede ganary para convencer a los demás de que además tiene razón.