Revista Economía
LIDERAZGO ÉTICO la sabiduria de decidir bien
Publicado el 22 julio 2010 por Javier Pérez Caro @JavierPerezcaroEstimados amig@s:
“El hombre sensato se adapta al mundo y el insensato se empeña en intentar que el mundo se adapte a él.”
George Bernard Shaw
Sinopsis:
Siempre ha habido figuras de la talla de Sócrates que en las decisiones clave, aquellas en las que se pone a prueba de forma radical el valor de un líder, han planteado una disyuntiva entre el ser y el actuar. Sócrates obra con coherencia y alcanza así esa grandeza de ánimo que se alza por encima de cualquier género de claudicación: la magnanimidad. Por eso, siempre han sido necesarias, y siempre lo serán, figuras inconformistas y provocadoras que hagan que reflexionemos sobre los verdaderos fundamentos de la grandeza humana, particularmente en tiempos de crisis y decadencia. Como los grandes educadores griegos que, como Sócrates, aun a costa de su vida, fueron capaces de enseñar algo esencial: la sola legislación no sirve para nada si el espíritu del ethos del político no es bueno de por sí, pues es el ethos indivudual el que verdaderamente forja el carácter de un ciudadano.
"El bueno juzga bien de todas las cosas y en todas ellas se le muestra la verdad."
Aristóteles
Prólogo:
“A lo largo de la historia ha habido siempre tiempos de decadencia en lo que, para salir de esas situaciones deplorables, se necesitaron lideres con grandeza de ánimo, personas convencidas de que la obra de renovación proviene del interior del hombre.
… Hacen falta líderes con generosidad y nobleza de espíritu que huyan de toda adulación y de posturas retorcidas. Lideres con una fuerte e inquebrantable esperanza, una confianza casi provocativa y la serenidad de un corazón palpitante. Lideres que no se dejan arrastrar por la confusión generalizada y, sobre todo, que no se doblegan ante las tentaciones de tener cada dia más.
… Con sus reflexiones antropológicas y éticas nos ayuda a introducirnos en aquellas dimensiones del actuar humano que definen al buen líder. Se trata, por tanto, de un viaje hacia adentro, allí donde tomamos las decisiones éticas que dan contestación al “para qué” de nuestro actuar, pues consideran al hombre en su totalidad compleja de microcosmos y no solamente bajo un aspecto sensorial.
Constituirse en líder de una empresa no convierte al directivo en una suerte de superhombre. Durante mucho tiempo, demasiado, algunos han querido creer que la economía era una ciencia segura, casi exacta. Ahora tenemos el convencimiento de que la clave está en la persona y que los beneficios de las empresas dependen de la grandeza de ánimo en la conducta de sus líderes.
… El ejecutivo no es una persona que sacrifica su humanidad personal para que triunfen los criterios de una mano invisible que nos exige siempre mayor productividad y promete mayores beneficios. El hombre necesita proponerse metas en la vida, pero trabajar más o ganar más no son propiamente metas si no sabemos en qué y para qué trabajamos y en qué puede ese trabajo mejorar el mundo.
… Cuando el directivo influye sobre sus subordinados respetando su condición humana, no está renunciando a la productividad o los beneficios que aparentemente obtendría si los explotara, sino al contrario. Además de lograr el bien que como persona le es propio, estará facilitando el camino para que todos en la empresa asuman sus funciones no como algo engorroso, sino como una vía hacia la excelencia personal a través del trabajo…
… Ningún sistema de control puede suplir la conciencia y a la libertad de que, por naturaleza, todos estamos dotados. Es hora de que nos convenzamos de que la ética no es superflua, y para ello hemos de persuadirnos al mismo tiempo de que la economía no es un juego, y menos de azar, sino un servicio.”
Dr. Rafael Alvira
“El santo está auténticamente presente en sus discípulos y vive realmente en ellos."
Max Scheler
Introducción:
“… las decisiones clave, aquellas en las que se pone a prueba de forma radical el valor de un líder, son las que plantean una disyuntiva entre el ser y el actuar…
… Para llegar a captar el sentido profundo de liderazgo, es decir, de un Liderazgo Ético que permite desarrollar las mejores cualidades, es preciso reflexionar sobre las raíces antropológicas del ser humano, pues liderar supone, en primer lugar, mover, motivar, entusiasmar, y educar – lo que, en su sentido etimológico significa “Hacer salir” e, incluso, en su etimología ultima indoeuropea, guiar y ver. El buen líder ve, descubre, sabe cómo “hacer salir”, para que no pertenezcan ocultas, las mejores cualidades de las personas que trabajan con él; sabe detectar las riquezas escondidas, las cualidades, como diamantes en bruto que hay que pulir.
Dr. Alfred Sonnenfeld
“El verdadero sabio es el que obra sabiamente.”
Sócrates
Antes de empezar con el libro de hoy quiero agradecer al maestro Juan Carlos Cubeiro la recomendación de esta magnífica obra que une Liderazgo y Ética.
El Dr. Alfred Sonnenfeld en Liderazgo Ético va desgranando en nueve puntos clave como podemos llegar a ser mejores líderes y más éticos. Es de lectura casi obligada para cualquier directivo que quiera crecer y hacer crecer me manera ética y con valores, a las personas que trabajan en la organización.
“El Liderazgo Ético exige de cada persona que clarifique lo que le importa en la vida, qué es aquello por lo cual está decidido a tomar decisiones sobre cosas que se hallan a su alcance y de eso dependerá, también, el modo de comunicarse.”
“Cada hombre está llamado a promover su propio progreso, porque la vida de todo hombre es una vocación.”
Pablo VI
“Primero se lidera con lo que se es, luego con lo que se hace y, solo en tercer lugar, con lo que se dice o se manda hacer.”
1.- ¿En quién deposito mi confianza? Ser líder significa tener influencia. El líder ejercerá más o menos influencia dependiendo del grado de autoridad que haya adquirido. El líder que sabe ejercer autoridad tendrá más influencias…
La autoridad jamás se concede o se quita. La autoridad se adquiere con la forja del propio carácter y no se impone, sino que se inspira en los demás.
“La perfección es norma del cielo;
Querer lo perfecto, la norma del hombre.”
Johann Wolfgang von Goethe
2.- conócete a ti mismo; Conocernos a nosotros mismos es una tarea difícil que nunca acaba porque nosotros también evolucionamos. Para conseguirlo se necesita una gran dosis de fortaleza y sinceridad, pues las motivaciones reales no siempre están en consonancia con lo que nos gustaría y con lo que constituye un modo ético de comportarse.
“Esto he hecho, dice mi memoria. Esto no puedo haberlo echo, dice mi orgullo, y permanece inconmovible. Finalmente, es la memoria la que cede.”
Friedrich Nietzsche
3.- Tengo que ser buena persona;… El buen líder no es sólo el que sigue una serie de preceptos, prescripciones y cálculos utilitaristas, sino, sobre todo, el que, tomando decisiones en primera persona, actúa responsablemente bien.
De nada le serviría al hombre hacer mejor al mundo entero si él mismo no se hiciese una buena persona. Si no sé lo que en realidad es bueno para mí, es imposible querer el bien para los demás.
“El mayor obstáculo cuando se trata de juzgar objetivamente lo que tenemos que hacer reside en la falta de disposición para poner entre paréntesis nuestros propios intereses.”
Robert Spaemann
4.- El bueno es el virtuoso; ¿Cómo puedo llegar a ser un buen líder? ¿Cómo puedo llegar a influir sobre personas en provecho del bien común?
Tener influencia positiva sobre los demás requiere adquirir una serie de virtudes que permiten ejercer el liderazgo sin tapujos ni engaños…
“La virtud es lo que perfecciona al agente y hace perfecta su obra.”
Aristóteles
5.- ¡Puedes cambiar, no estamos predeterminados! El obrar bien no es una cuestión de carácter o una cualidad que se posee únicamente a causa de los genes y que, por lo tanto, no se puede cambiar. El hombre alberga un gran potencial de mejora si dispone de la motivación suficiente y lo desea de verdad.
“Autonomía a pesar de la dependencia.”
Nicolai Hartmann
6.- Entender el para qué de mis acciones; buscar el bien común es sinónimo de ser capaz de actuar en beneficio de su empresa y de la sociedad y de motivar a otros para que obren del mismo modo. Si el líder no influye en las motivaciones que tienen los otros para optar por el bien, no es un verdadero líder.
“Haciendo el bien nutrimos la planta divina de la humanidad; formando la belleza,
esparcimos las semillas de lo divino.”
Johann Christoph Friedrich von Schiller
7.- La prudencia perfecciona la capacidad ejecutiva del hombre; El prudente es competente, se esfuerza por adquirir la mayor competencia posible y, al mismo tiempo, sabe poner esa competencia al servicio de lo bueno para el hombre.
“La virtud es una perfección. La virtud es un saber, y no hay saber sin retención del pasado. Pero, al mismo tiempo, toda virtud nos permite dominar el futuro, saber cómo tenemos que actuar.”
Dr. Rafael Alvira
8.- El líder tiene espíritu de servicio y, por eso, debe servir; En un Liderazgo Ético mandar es sinónimo de servir. Quien no sirve a los demás (en los muchos aspectos que el servicio tiene), acaba sirviéndose de ellos…
Cuando servimos a los otros, tenemos que saber perdonar y reconocer el merito de los demás.
“Los únicos que serán realmente felices son aquellos que hayan buscado y descubierto cómo servir.”
Albert Schweitzer
9.- El liderazgo requiere aprender a amar; Un buen líder antepone a cualquier otra cosa la seguridad de las personas que se hallan a su cargo…
… Shackleton, sabiendo prescindir de aquello que no era necesario, logró salvar a todos sus hombres, demostrando que la austeridad no tiene por qué estar reñida con la inteligencia…
“La personalidad alcanza su plenitud y su identidad mediante la superación del egocentrismo; esto es, cuando pasa de ser servido al servir, de la voracidad a la entrega.”
Juan Bautista Torelló
LIDERAZGO ÉTICO
La sabiduría de decidir bien
Alfred Sonnenfeld
Nueva Revista
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“Ningún líder de gran merito se dejara llevar en andas.”
Perter F. Drucker
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