por Iván Sebastián Jiménez Romero
Es necesario reconocer que en una estructura organizacional exitosa hay jerarquías, y que respetarlas garantiza el orden. No todos podemos ostentar puestos de autoridad, sobre todo formal. No todos pueden ser presidentes, CEOS o directores. Hay también consejos administrativos, gerentes, supervisores, empleados de distintas áreas.
Pero hay una forma particular de ser líder, de uno mismo, y en el campo de competencia particular, que no amenaza la organización jerárquica sino que la optimiza.
Ejemplificando: retomemos el tema anterior, referente a la autoridad o liderazgo moral.
Muchas personas pueden ejercer liderazgo moral en su día a día, aunque este no sea reconocido formalmente. El padre o madre de familia, el maestro, el hermano mayor, el jefe de equipo de los trabajos escolares, el capitán del equipo de futbol, etc. Incluso el niño del kindergarten que organiza los juegos entre sus pequeños playmates.
Todos podemos serlo, en una acepción distinta y diferenciada a la de líder como jefe director o administrador, aunque el campo de competencia de nuestro liderazgo sea distinto al considerado tradicional. Y es la expectativa que se debería tener sobre todas y cada una de las personas. Aquí también se trata de romper un paradigma para alcanzar el máximo potencial personal y profesional de un individuo. Recordemos la lección de la importancia de la integridad y la congruencia.
El primer campo de personalísima competencia en que cualquier persona debe ser líder es en su propia vida. Ha de ejercer su inteligencia intrapersonal, ser responsable de ejercer todos sus derechos y cumplir con todas sus obligaciones a cabalidad, pero principalmente ha de tomar sus propias decisiones. No el entorno social, no la familia, no el condicionamiento ni el priming (un empuje subconsciente) de los medios de comunicación que hoy día se ostentan como el cuarto poder (y de mayor influencia que los tres primeros de rigen la sociedad, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, un bizarro caso de autoridad [in]moral sobre la autoridad formal).
La inteligencia primero
Interviene mucho la llamada inteligencia emocional, término propuesto por Daniel Coleman para definir la capacidad humana de reconocer sentimientos propios y ajenos, y la habilidad para manejarlos. Tal administración podríamos resumirla así:
1. Conocer las emociones y sentimientos propios.
2. Saber cómo dirigirlos objetivamente a las metas.
3. Automotivarse.
4. Conocer las emociones y los sentimientos de los demás.
5. Cultivar relaciones interpersonales sanas.
Estas relaciones sanas y exitosas son resultado de la inteligencia interpersonal.
Ilustrando con un bastante común caso de equilibrio de poder en el matrimonio, en el que, como en toda institución, existe una organización jerárquica, nombremos al Sr. y Sra. X. La Sra. X es dominante, celosa y posesiva del tiempo que el Sr. X invierte en las actividades extraordinarias al horario laboral de su empresa, destinadas al bonding del equipo de trabajo, cualquier tipo de festejo es visto por la Sra. X. como un distractor de los deberes conyugales de su esposo. Ergo, le impide asistir. El Sr. X. deja de estrechar su bonding con sus compañeros de trabajo y clientes. Se va aislando de ellos, y pronto dejan de confiarle información y hasta contratos. Insistimos en que la humana es una especie gregaria, y si para muchos es cuestionable o no que un contrato se resuelva sobre la mesa de un restaurante en una cena, la realidad es que sucede con más frecuencia así que sobre la mesa de una sala de juntas. Allí se firman los documentos legales, pero el trato generalmente fue ya hecho con anterioridad con una sagaz mezcla de habilidades sociales y profesionales. El Sr. X. no es su propio líder, para ello le falta inteligencia intrapersonal, emocional e interpersonal, aunque haya probado su capacidad intelectual.
Éxito y excelencia
“Inteligencia: Conócete, acéptate, supérate.” San Agustín de Hipona.
“Solo la inteligencia se examina a sí misma.” Jaime Balmes.
La perspectiva humanista del rendimiento laboral ha estudiado exhaustivamente la influencia de la vida personal en el trabajo.
Lo mismo un ejecutivo de alto nivel que el más modesto de los empleados lleva consigo el “clima” de su vida personal a su ambiente laboral.
El tipo de liderazgo moral que uno ejerce sobre sí mismo es el primero y el más importante. El fino y severo arte de la autodisciplina. El autogobierno.
¿Somos capaces de levantarnos temprano? ¿Somos constantes con una dieta o un plan de ejercicios? ¿Somos capaces de coordinar las actividades familiares? ¿De administrar una casa? ¿Somos pacientes o intolerantes con los niños, sean hijos, sobrinos, vecinos? La mejor forma de aprender a trabajar en equipo es en la familia y en la escuela, y nunca es demasiado temprano para aprender.
Lo que se espera no es que cada persona luche por el mismo liderazgo, eso sería caótico, sino que sea el líder, el mejor, en su campo de competencia, cualquiera que este sea. Y las cualidades definitorias de un líder, llámese Presidente de un país, CEO de una gran empresa, operador técnico, o el puesto que sea, son las mismas: éxito y excelencia.
Cumplir con las metas que me propuse.
Ser el mejor en lo que hago.
Como todos podemos ser líderes en nuestro campo de acción y competencia
¿Cómo se alcanza la administración exitosa de una empresa? Con la adecuada división y delegación de las tareas. Cada quien hace lo que le corresponde con la mayor eficacia. Cada individuo debe buscar la excelencia en su ramo y en su campo de acción.
Las estructuras tradicionales de organización jerárquica, van de acuerdo a los distintos niveles de autoridad formal en una empresa o institución de tipo comercial, administrativa, o política.
No se trata de limitar a nadie, al contrario! La organización jerárquica funciona y si cada miembro de la organización cumple con excelencia su tarea correspondiente, es decir, es el líder en su ramo y en su campo, sin competencias innecesarias sino trabajando en equipo, la empresa ejerce también con excelencia.
Inteligencia múltiple
Al contrario de aquella teoría que sólo contempla la inteligencia intelectual, existe la teoría de las inteligencias múltiples. A un líder le serían necesarias todas, preferentemente, y si carece de algunas de ellas, las otras la compensan. Y si no las compensan las propias, entonces las de otro miembro del grupo. Trabajo en equipo.
Hablemos de los test “vocacionales” de las escuelas, donde según las calificaciones y en qué materias sugerían una profesión o un oficio, a nivel universitario o técnico, no están del todo errados en cuanto a localizar habilidades y cualidades útiles para el trabajo, pero sí en encasillar a alguien en un nivel, porque la inteligencia es el resultado de la combinación exitosa de más factores. La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner es un mejor ejemplo de cómo se combinan esos factores en el éxito en la consecución de las metas de los seres humanos.
Howard Gardner, investigador de la universidad de Harvard define la inteligencia humana como “la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”.
Agrupemos primero las capacidades que sobresalen más en la administración y dirección de negocios y posteriormente las otras.
Inteligencia lingüística
El escuchar, hablar, leer y escribir.
La abstracción de ideas, conceptos y su formulación en palabras en un discurso oral o escrito resulta indispensable para el líder, que ha de comunicarse eficientemente con su grupo. He ahí a los líderes políticos y religiosos como ejemplo, sin embargo es una habilidad también del maestro, del padre, del CEO, de todo líder.
Inteligencia lógico-matemática
Se define como la capacidad de resolución de problemas razonando inductiva y/o deductivamente con gran velocidad, sin necesidad de esquemas lingüísticos. Esta era antiguamente la forma de medir gran parte del coeficiente intelectual, cosa que seguramente consideró Aldous Huxley en el libro que nos sirvió de ejemplo. Todos los individuos dedicados a las ciencias exactas hacen gran uso de esta capacidad, pero le va bien ejercitarla a todo líder, en el nivel que se esté, con entrenamiento esta capacidad mejora. En una empresa hay que llevar una contabilidad y saber de economía!
Inteligencia intrapersonal
Es el autoconocimiento, que lleva al autocontrol exitoso.
Conocerse a uno mismo, a sus emociones y sentimientos, a los estímulos que los provocan, como los temores, favorece un manejo mejor de los mismos en la toma de decisiones. El gobierno de la propia vida. El autoconocimiento llega con la autoconsciencia y la auto observación, la reflexión sobre lo que observamos, el autoanálisis. Y la importante autodisciplina. No hay necesidad de ser monjes tibetanos o yoguis para practicar estos ejercicios utilísimos cotidianamente.
Para un líder es primordial saber gobernarse antes de intentar gobernar a otros.
La inteligencia interpersonal
Es la consciencia de la separatidad convertida en el respeto a la otredad.
Es decir, la consciencia de que soy un individuo único, parte del grupo pero no el mismo, no igual. Si tras este reconocimiento de mi individualidad, logro reconocer la de los demás, la de los otros miembros del grupo y respetarla, eso es un gran avance en el éxito de las relaciones interpersonales. Trae consigo una mejor convivencia entre las personas. El reconocimiento de pertenencia a un grupo trae consigo empatía entre los integrantes del mismo. Desarrollando la empatía el líder se hace más perceptivo ante las emociones y sentimientos de los demás, lo que lleva a ejercer la intuición, a pre- sentir o pre-ver sus comportamientos, reacciones o deseos. Esto en negocios es capitabilizable pero debe hacerse con cuidadosa ética. El respeto al otro y a sus sentimientos y emociones, el tratarle con dignidad y buscando su bienestar, atrae simpatía. Y lealtad. La inteligencia interpersonal en los negocios es imprescindible para el líder porque así como se observa a sí mismo para saber cómo dirigirse, ha de observar a los demás, al equipo, para dirigirlo. Y el espíritu de trabajo en equipo también se ve fortalecido. He aquí donde el Sr. X del ejemplo descrito está fallando, no es un líder en la inteligencia interpersonal y está perdiendo el equilibrio entre sus relaciones amistosas, laborales y familiares.
Inteligencia espacial
La capacidad de ubicarse y orientarse en el espacio físico a sí mismo. De ubicar a todo objeto en el espacio, representarlo dimensionalmente en la mente, y representar también su trayectoria. Además de básica para caminar y desplazarse en general, tan básica que se da por descontado, esta habilidad en el ámbito escolar y laboral, por ejemplo, sirve para hacer esquemas, gráficas, ilustraciones, presentaciones visuales, etc. Un guía, un arquitecto, un diseñador (industrial, gráfico, de modas), son líderes naturales en esta capacidad, pero que todos en mayor o menor medida usamos en otros campos de acción.
Inteligencia corporal cinética
La capacidad de mover el cuerpo voluntariamente, enfocándolo a una disciplina física como el ejercicio o el deporte, para expresar algo ya sea el propio cuerpo el instrumento, como en la danza o regulando el movimiento del cuerpo sobre instrumentos externos para esa expresión, crear algo, como en la pintura y escultura. Aunque esta habilidad se extiende al uso de cualquier herramienta, desde el lápiz del escolar, hasta el bisturí del cirujano pasando por la llave del mecánico. Todos utilizamos herramientas de trabajo. Que tan diestros somos en su uso? Podemos desarrollar excelencia en esto y ser líderes así. “Tal persona de la oficina o la fábrica es la que mejor sabe utilizar la ……. (Escríbase aquí una herramienta de trabajo).
Este fue el grupo de capacidades o inteligencias más destacadas en el ámbito empresarial en general, las siguientes son más utilizadas en áreas especializadas del trabajo pero siguen siendo primordiales para la adaptación y aplicables y útiles a las actividades sociales y la interacción cultural entre las personas.
Inteligencia musical
Capacidad de escuchar música, reconocer sus patrones, y más desarrollada, reconocer sus notas, de componer música, cantar y tocar instrumentos.
Inteligencia naturalista
Reconocer y diferenciar entre sí las especies de los reinos naturales. Esta habilidad la desarrolló la humanidad primitivamente para reconocer las especies comestibles. Sin embargo hoy día esta capacidad de observación sirve para el método de campo y de laboratorio de las investigaciones. Trasciende el campo de la biología.
Como puede observarse hay muchas capacidades en las que desarrollar experiencia, es decir convertirse en un experto, y alcanzar el éxito. Podemos ser líderes de uno o más de estos aspectos y combinar y complementar nuestra excelencia con la de otros líderes en otros aspectos y trabajar en conjunto para el bien común. Empresarial y/o social. Todos podemos ser líderes en algo.
Este priming en las instituciones educativas de gran prestigio es la que arroja líderes en todos los campos. No les dicen a unos estudiantes ustedes sí pueden ser líderes y a otros les dicen: no, ustedes no. A desarrollar el máximo potencial todos. Y específicamente, en la especialidad elegida.
Conclusiones
-No todos podemos ser líderes formales, directivos o administrativos.
-Pero existe un tipo diferente de liderazgo, que consiste en la buena praxis de nuestra especialidad. Para ello, lo siguiente.
-El primer campo de liderazgo que se ha de conquistar es el de la propia vida, ejerciendo la inteligencia intrapersonal.
-Posteriormente, con el uso de la inteligencia emocional, se llega al próximo punto:
-Cultivar relaciones con otras personas exitosas, personales y de trabajo. Así funciona (mejor) la empresa y la sociedad. Esa es la inteligencia intrapersonal.
-Con estas bases, podemos orientar eficientemente nuestra inteligencia lingüística, lógico matemática, espacial y cinética a nuestra especialidad profesional, o personal. Recordemos el concepto de autoridad moral.
-La excelencia en la práctica de esta especialidad y el éxito que acarrea, nos hace líderes en nuestro campo.
-Trabajando en equipo con otros líderes en su campo, que compensan y/o complementan el mío, todos obtenemos beneficios comunes.
Autoevaluación
-?
-Esta idea, este paradigma erróneo hace que sólo obedezca y no proponga? Se puede y se debe combinar ambos, respetando siempre la organización.
-Como no ejerzo las funciones de un líder en el concepto tradicional, o formal (llámese jefe) no soy el líder en lo que sí hago, en las funciones que sí ejerzo?
-Cómo anda mi autoconocimiento y mi autodisciplina?
-Cuál es el estado de mi inteligencia emocional?
-Cómo van mis relaciones interpersonales?
Autor Iván Sebastián Jiménez Romero - sebastian-jimenezarrobahotmail.com
Estudiante de la Maestría en Ingeniería Administrativa del Instituto Tecnológico de Orizaba. Ingeniero en electrónica y ha trabajado en la iniciativa privada, como la educación universitaria y también en la industria petrolera, ambas en acciones administrativas y operativas.
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