Los líderes de las finanzas mundiales se reunen hoy en Washington para calmar las tensiones monetarias latentes que amenazan con arrastrar a una recuperación económica que ya es demasiado lenta y desigual. Robert Zoellick y Dominique Strauss-Kahn debaten hoy junto a los 20 ministros de finanzas en el marco de las reuniones bianuales entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. No se espera que ninguno de los grupos emita una declaración oficial, pero los funcionarios del G-20 han señalado que el tema de la actual guerra de divisas será discutido en las dos reuniones ante las preocupaciones de que los países están debilitando intencionalmente sus monedas para impulsar su crecimiento por la vía de las exportaciones.
Aunque hasta algunas semanas China era el centro del debate sobre la manipulación de la moneda, la reciente devaluación del yen realizada por el Banco Central de Japón debilitó la estrategia occidental adoptada contra China. En Beijing han señalado que están dispuestos a permitir una revaluación del yuan, pero la intervención nipona arruinó estos planes.
Los Estados Unidos han recibido fuertes críticas por la caída del dólar, que ha llevado a los inversionistas a buscar rendimientos mejores en economías como Brasil, haciendo subir los precios de los activos. La caída del dólar para Estados Unidos es un tumor benigno dado que puede impulsar sus exportaciones. Aunque se debe teber en cuenta que el comercio mundial vive un serio desplome por la debilidad de la demanda en las econompías industrializadas.
La mayoría de las economías avanzadas no están creciendo lo suficientemente rápido como para reducir el desempleo, a pesar de los billones de dólares inyectados por los gobiernos y bancos centrales, lo que da cuenta de un fenómeno muy complejo que para algunos ha pasado a ser estructural. Las opciones actuales para proporcionar un mayor estímulo económico son limitadas, ya sea porque la política o los acreedores les impide acumular mayores montos de deuda pública.
Hasta que las naciones ricas encuentren su equilibrio, los mercados emergentes serán la mayor fuente de crecimiento mundial. Hasta el momento, se espera que los países emergentes puedan crecer tres veces mas que las economías avanzadas. Pero no existe ninguna certeza de que estos países lograrán esquivar el descenso de las economías avanzadas. La alternativa de un crecimiento lento en los países emergentes también está vigente.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización