Hace unos días, el martes para ser más precisos, en un ambiente de gran volatilidad de los Mercados, en una España cuasiintervenida, con un gobierno rendido al terrorismo y superado, de lejos, por las circunstancias, uno de los referentes del Partido en el gobierno que será de todo menos pópular si hemos de echar mano referenciada de las encuestas, suscitó una nueva, larga y jugosa polémica presentando, de repente, su dimisión. Esperanza Aguirre, a la sazón uno de los primeros espadas de un partido que bate record de decadencia en menos de un año de ejercicio del poder con una mayoría absoluta histórica, daba carpetazo a su carrera política y se cortaba, al menos así nos lo hacía creer a todos, la coleta, cediendo la alternativa, el ruedo y los cuernos, que falta le iban a hacer para lidiar con soltura en la Asamblea de Madrid, a su segundo, el subalterno Ignacio Gónzalez, hasta ahora novillero y que se va a comer el rabo y perder las dos orejas.
Causas poco claras.
Decía la Lideresa que se iba por esos problemillas personales que todos tenemos y que, en un momento clave de nuestra vida, nos hacen tomar un giro de ciento ochenta grados y volver por donde hemos venido, para retomar la vida, valga la redundancia, donde un día la dejamos, antes de internarnos en la procelosas aguas de la politicástrica. Sin entrar en lo buena o mala ejercedora del poder vía mandato otorgado por el pueblo, si podríamos decir que hay un antes y un después y que si antes Madrid era poderoso ahora lo es más y que no tendrá parangón en todo el resto de nuestra Gran España gracias, precisamente, a una lideresa del calibre de Esperanza. De hecho Tomas Gómez habrá sido de los que más fuerte han soltado el aire al enterarse que ya no procurará más victorias al descuajaringado PP con sus paridas, pues la primera dama ya no lo dejará más en ridículo una elección tras otra. La Asamblea pierde así una de sus ilistres componendas Madrid deberá acoger a una nueva ciudadana de a pie...
¿Serán las razones que ha citado doña Esperanza las que asume cómo causa de autodespido?¿Habrá otras razones de peso entre bambalinas? Es muy probable que así sea y que la deriva gilipollesca del que hasta las una y media del martes era su partido hayan incitado a tomar la puerta y dejar atrás todo un cotarro que se derrumba, tan mal cómo está el penoso estado autonómico. Quizás la razón que más haya contribuido a su decisión es ver que Aznar, en su día, eligió el peor candidato posible y que éste, por muy preparado, inteligente o lo que sea que nso quieran vender las nuevas generaciones en las redes sociales no es un líder, no sabe mandar, no sabe ejercer el poder en beneficio del país y nos precipita a velocidad de crucero hasta el abismo al que nos enfiló su antecesor zETAparo. La señora Aguirre habrá meditado, sin duda, su marcha y decidido con coherencia que no merece la pena seguir estando en un gobierno del que en muy breve espacio de tiempo dejará de estar por fuerza.
El principio del Fin.
Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar, dice el dicho. Nuestra entrañable y enérgica Lideresa, por mucho que le haya afectado su enfermedad, tenga problemas en casa o se le haya muerto el gato, presenta una carácteristica que la hace poco creible a la hora de certificar que se va sin vuelta atrás. Su propio carácter, su inclinación al mando y su gran capacidad para la política, envuelven esta dimisión de un halo de cierto estupor entre las masas de votantes más decepcionados con su ex-partido. Dicen que nunca hay que decir "de ésta agua no beberé" y por ello no habría que descartar una vuelta a la política de mano de algún nuevo engendro de partido en clara competencia con Díez y Lara, repizcando las migajas del Bipartidismo que nos carcome y que por mucho que los iluminados nos quieran convencer de lo contrario, aún seguirá vivo algún tiempo más. Más incluso que la crisis, que al paso que va, se va perpetuando sin solución de continuidad, lo mismo que los errores de Mariasno.
Así las cosas, el Partido se siente en caída viendo a uno de sus pesos pesados marchar. Eso no debería de extrañarles al ver los ministrables que hay en el Gabinete. Mucho menos viendo cómo el de Extremadura hace lo que le sale de los Ovoides, el moro está hacíendolas pasar putas a la Guardía Civil en Melilla o el andalú sirve para todo menos para hacer oposición. Mucho menos debería extrañarnos viendo cómo la catalana ahora le hace la corte a los nazimbéciles, ora le dice a su amo Mariasno que la Cataluña es España sin ninguna duda. El Partido de Mariasno se hunde antes de tiempo, los parches estúpidos que el Gabinete está poniendo a una economía que no se levantará en décadas no hacen sino replantearse la posición ante la cada vez más apremiante decisión del Rescate que nos traerá un nuevo escenario, muchísimos más ajustes y sobre todo la desaparición total o parcial de las Autonomías, el principio de nuestros males, agujeros infectos donde los politicastros siguen colocando, despilfarrando y destrozando.
Adiós, con el corazón...
Esperanza se va sin dejar a nadie indiferente. Según unos, una de las mejores gobernantes de la Comunidad de Madrid, según otros una corrupta y nepotista que no ha dudado en aprovecharse de su cargo cuando y donde ha podido. Sea cómo fuere, una gobernanta más que, en unos años, quedará en el olvido lo mismo que otros tantos gobernantes, engullida por un mundo que gira mucho más deprisa de lo que nosotros, pobres mortales podemos asumir. Personalmente creo que la situación es lo suficientemente caótica cómo para justificar cualquier dimisión por razones de salud, familia o simplemente cómo huida hacía adelante. Por mi parte sólo me resta desearle a Doña Esperanza lo mejor en un futuro que no le será fácil, tan acostumbrados cómo nos tienen nuestros amarillentos medios de comunicación a sacar penas y glorias, más de lo primero que de lo segundo. Un hecho más en la politicástrica española que no será, me temo que una más de todas las que se avecinan.
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