Las mujeres no somos las únicas que nos preocupamos por nuestro aspecto. Cada vez son más los hombres que deciden iniciarse en el mundo de los tratamientos estéticos para lucir mucho más joven y con una piel tersa e iluminada. Prueba de ello es el lifting sin cirugía para hombre con Caci Quantum, un tratamiento cada vez más demandado por el sector masculino.
Las pieles masculinas y femeninas cuentan con algunas diferencias sustanciales. Así, es totalmente razonable que la piel masculina necesite cuidados específicos. Caci Quantum surge así como una solución para rejuvenecer el rostro masculino sin usar agujas, ni pinchacos ni tan siquiera rellenos.
La piel masculina, con el paso del tiempo, tiende a mostrarse apagada y cetrina. Además, las arrugas también suelen proliferar en el rostro de los hombres llegada una edad. Afortunadamente ahora podemos optar por esta maravillosa tecnología Caci Quantum, un equipo multifuncional de microcorrientes de baja intensidad que ofrece unos resultados 100% visibles.
Las corrientes actúan a un nivel bastante profundo, casi muscular, por ese motivo no podremos percibir la contracción de los músculos de forma visible. A través de estas estimulaciones, incrementa la producción natural de colágeno y elastina de la piel, al mismo tiempo que favorece la circulación sanguínea.
El tratamiento, disponible en los Centros Carmen Navarro (Madrid) y Centro Médico Estético Vitalis (Barcelona), comenzará con una limpieza facial completa, al mismo tiempo que tratamos también el cuello y el escote. Tras esta limpieza se nos aplicará un peeling intensivo.
Comienza el tratamiento que activará mediante microcorrientes unos 32 músculos faciales. Tras este, se nos aplicará una mascarilla transepidérmica de gel impregnada en ácido hialurónico, algo que nos proporcionará una hidratación extra.
Sin duda estamos ante una revolucionaria técnica que facilitará muchísimo la vida del sector masculino, pues ahora será posible lucir una piel tersa sin necesidad de pasar por el quirófano o enfrentarnos a incómodos pinchazos y rellenos.
Más información | Carmen Navarro