Acelera una carga y obtendrás radiación electromagnética: luz. Pero acelera cualquier masa y obtendrás radiación gravitatoria.
La luz se ve siempre, pero, hasta ahora, no se ha logrado detectar radiación gravitatoria. Cuando se absorben, las ondas gravitatorias crean un pequeño zarandeo simétrico parecido a cuando se aplasta una pelota de goma y se suelta rápidamente. Para detectar las ondas gravitatorias de las sacudidas diarias se pueden utilizar detectores separados. Las poderosas fuentes astronómicas de radiación gravitatoria podrían coincidir sacudiéndose si los detectores se encontraran en extremos opuestos de la Tierra. La fotografía muestra los brazos de dos kilómetros de largo de un detector de este tipo: el LIGO Hanford Observatory que está en el estado de Washington (EEUU). Junto con el interferómetro hermano que hay en Louisiana, estos detectores de ondas gravitatorias siguen mejorándose; actualmente son más sensibles que nunca.
Imagen astronómica del día gracias a observatorio.info
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