Y así, inesperadamente sus ojos se pusieron en blanco, levanto la mirada al cielo mientras abría sus labios y su boca exhaló un suspiro que se convirtió lentamente en un largo grito, agarro su cabello con ambas manos tocando su cabeza y, como temiendo perderla, apretaba fuerte cerro sus ojos y se entrego por completo al éxtasis, sus labios cambiaron de expresión convirtiéndose en una gran sonrisa, lo miro con sus ojos grandes, brillantes en los cuales se notaba la humedad de unas pequeñas lagrimas, sus mejillas rojas acentuaban aun el color de sus rizos que caían sobre su rostro despreocupados de la situación, ella se sentía libre y se notaba en su expresión, podía simplemente ser ella, disfrutar y vivir el momento.
El, sonriendo se acerco a ella, la beso lentamente y sintió como ella lo atrapo en un fuerte abrazo, sintió su piel caliente y el ritmo de su corazón, acelerado, muy diferente al suyo, el cual, aunque si estaba agitado no llevaba el mismo ritmo, ambos palpitaban diferente, irregular; como si fuera planeado cambio la canción y el sonido inicial cazaba a la perfección con el tempo de sus latidos, los acordes iniciales de “ligth my fire” causaron en él un efecto efusivo, se separo de ella para subir el volumen de la canción; ella a su vez se paro en la cama y comenzó a bailar al ritmo de la música, siguiendo el ritmo tanto como le era posible, movía su cabeza de un lado al otro y saltaba mientras sonreía, su cerebro explotaba dopamina con cada movimiento y esta se expresaba en sus movimientos, el, observándola, mientras encendía un cigarrillo que el mismo había hecho recordaba cada momento a su lado, desde que la conoció en ese lugar tan familiar, ya que frecuentemente lo visitaba, sin embargo nunca la había visto antes, ese día no asistió a ese lugar con la misma emoción, su vida estaba en picada a causa de la quiebra que recientemente había sufrido, sin embargo la mirada de ella le devolvió la esperanza, le causo tanta paz que deseo en su corazón no separarse nunca de ella.
– ven baila conmigo – dijo estirando sus manos hacía el, quien sonriendo le hizo una negativa con la cabeza dando una calada a su cigarrillo.
– Sabes que tengo que dejarte hacerlo sola, prefiero ver como disfrutas de tu placer.
Sus miradas se cruzaron, el fumando, ella bailando; el deseo se apodera nuevamente de sus mentes, tan influyente que sus cuerpos no podrían esperar, se miran fijamente y sus pensamientos los atraen aún más, él la mira como si fuera única, la ve tan perfecta que solo desea admirar, por lo tanto ella entre solloza e inquieta corre hacia él, la expresión de sus ojos dice más que sus palabras eso que calla es quizá su más grande secreto pero no quisiera arruinar el momento, lo hace subir con ella a la cama uniendo sus labios en un profundo y gran beso, sus brazos lo atenazaron y el a su vez, soltando el cigarrillo, la abrazo y levanto en el aire tomándola como su muñeca, sintieron en ese beso como se encendía la llama, como el calor invadía sus cuerpos y el sudor empezaba a salir de sus poros para refrescarlos, el calor del momento los embriagó, el olor del ambiente cambio y al terminar la canción la llama los envolvió consumiéndolos y uniéndolos para siempre.