El otro día a mi mente le dio por vagabundear en las orillas del país absurdo y llegó a la conclusión de que si a la CBS le diera por salir por peteneras y ambientar un spin off de la afamada CSI en la capital de Perú podría tener el anecdótico título de CSI: Lime o Lime Crime Scene Investigation.
Ya, me imagino que todas estaréis pensando que las dos (cientas mil) copichuelas de la comilona de Navidad aún no me han bajado del todo pero en mi defensa os diré que este pensamiento es anterior. Concretamente, esta absurda idea fue fruto del hastío, la desesperación y las ansias vivas que padecí el Black friday a la hora de intentar realizar mi primera compra en la página de la divertida marca Lime Crime.
El caso es que aquello fue toda una odisea porque a los que llevan el asunto (y pese que el año pasado debió de pasar lo mismo) no se les ocurrió que:
a) poner sólo 12 horas de Black friday era un poco tacaño e invitaba al apelotonamientob) lanzar el ansiado Pink Velvetine ese mismo día (y sin pre order) iba a atraer aún más tráficoc) ponerse cuatro horas antes del pistoletazo de salida a expandir los servidores invita al desastre (dos días antes hubiera sido mejor)
Por todo esto, cuando llegó la hora D (9:00h PST/15:00 en Becilla de Valderaduey) zillones de Lime Crime Fans a lo largo y ancho del planeta nos pusimos a clickar para intentar hacernos con alguna limesuculencia y, como era de esperar, los servidores se colapsaron, la página se cayó y la avalancha de críticas y comentarios desesperados en Facebook no se dejó esperar.
A todo esto, hay que sumarle que la comunicación por parte de los responsables de prensa de la marca a través de las redes sociales no fue todo asidua que debería haber sido y que, además, la página llevaba arrastrando una lamentable falta de stock desde hace casi tres meses. En fin un desastre.
Lo peor de todo es que esto no fue un fallo puntual sino que a las 24h de haberse caído la página y tras varios falsos avisos por Facebook de que la avería ya se había solucionado la cosa seguía exactamente igual. Si hacemos caso a lo que dicen los comentarios de las redes, hubo quien estuvo más de un día entero presionando el F5 cual Locke en la escotilla de la isla de Perdidos.
Por suerte, al final realmente se ampliaron los servidores y la oferta se alargó un par de días para que todo el mundo pudiera realizar sus compras con lo que la menda lerenda pudo hacerse con los dos velvetines y el gloss que veis en las fotos.
Como muchas de vosotras sabréis los Velvetines son ese oscuro objeto de deseo que permite llevar unos labios rojos/rosas mate perfectos durante más tiempo del que la Tatcher estuvo en Downing Street. O lo que viene a ser lo mismo, son labiales en crema de alta pigmentación que al secarse se tornan mates y permanentes (bueno, no es que sean tatuajes labiales pero aguantan lo suyo)
Mi opinión es francamente positiva ya que son una manera muy cómoda de llevar un color potente en los labios sin tener que dejar de comer, beber, besar o llevar el pelo suelto (siempre recordaré aquel anuncio de Burgeois que decía: pelo en mi gloss??, no!!!!) Eso sí, siempre hay que tener mucha mano al aplicarlos para no salirse del labio porque estos labiales siguen la regla de Santa Rita, lo que se da no se quita.
La única pega que le veo es que desde le marca les dan un bombo espectacular como si fueran los únicos productos de este tipo que existen y, sinceramente, tras probar los Soft Mate Lip Cream de NYX (de los que os hablaré próximamente) no me queda duda de que únicos en el mercado no son. Es más, si tuviera que decantarme lo haría por lo segundos porque tienen más gama cromática y son mucho más económicos.Claro está que los Velvetines son objetos de culto y yo, al menos, tenía que probarlos. :)
Además de estos dos Velvetines rojo y rosa (las ansias vivas de las yankies me contagiaron) también acabé haciéndome con el Carousel Gloss en el tono Candy Aple que es un gloss carmesí bastante pigmentado con un montón de finas partículas de brillantina roja. Sí, no sé en qué estaba pensando para comprarme un labial con brillantina pero el caso es que estoy contenta de haberlo adquirido porque es diferente a todo lo que tengo y muy especial. Eso sí, siempre con el pelo recogido, ¿eh?
Haciendo mis pinitos a lo Warhol
Red Velvetine in Situ
En cualquier caso, no me salió mal el pedido porque tuve el descuento del Black Friday y me ha servido para iniciarme en el curioso mundo de arcoiris, unicornios y piruletas de Doe Deere aunque por los gastos de envío y los precios que habitualmente tienen me parece que no repetiré hasta el año que viene, si los servidores quieren, claro está.
Y vosotras, ¿¿habéis probado alguno de estos productos??