Liminal. Entrevista con Maya Watanabe

Maya Watanabe: "La manera de cerrar esa herida es identificar a la víctima y restituirla a los familiares" | © Difusión (MALI)

El trabajo de exhumación e identificación de víctimas es un trabajo silencioso y delicado. Después de más de treinta años, muchas heridas no cierran: demasiadas familias esperan todavía enterrar a los suyos. Desde la costa hasta la selva, el país está sembrado de fosas comunes. Se ignora su número pero se estima que los desaparecidos alcanzan la cifra de veinte mil personas, algo imposible de ignorar. Es por esta razón que Maya Watanabe presenta Liminal, una aproximación al silencioso trabajo de los especialistas en el hallazgo y restitución de la identidad de una parte, muy reciente y muy sensible de nuestra historia que no termina de pasar. Conversamos con Maya sobre su presentación en ARCO Madrid el año pasado, su aproximación a este delicado tema que no deja de ser actual, sus impresiones y la reflexión que nos deja en una entrevista en espiral que no cesa de ir y venir sobre el eje de la memoria engarzada en la identidad.

¿Cuánto tiempo te tomó realizarlo desde la primera idea?
No son ideas dadas. Creo que son preocupaciones que se van dando, que van teniendo formas diferentes pero no es que aparecen de un momento a otro. En el caso de este video, es un tema que llevo investigando muchos años. La realización tomó un año de investigación, contacto y viajes.

¿Cómo fue para ti como artista abordarlo, acercarte a esta problemática? Porque los restos que se recuperan están, después de treinta años, en un estado casi arqueológico.
Fue muy complicado. Trabajar con otro requiere mucho respeto, negociaciones y consideraciones. Sobre todo con un tema tan complejo y personal. 

¿En qué partes del proceso de identificación participaste directamente?
El proceso de investigación de desaparecidos tiene básicamente tres partes: el trabajo previo, la exhumación y la identificación, y la restitución de los restos a los familiares. Yo participé durante la exhumación acompañando al Equipo Forense Especializado, pero donde también participó la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas, quienes tienen un enfoque humanitario y hacen acompañamiento psicosocial. Fue una investigación profunda, mucho más de lo que se ve en la imagen.

¿Durante el trabajo tuviste algún proceso emocional? 
La pregunta me chirria un poco porque el foco no es la sensación con la que yo me quedo, sino qué es lo que está pasando con los desaparecidos y los familiares, ¿por qué han demorado tantos años en exhumarlos o cuántos desaparecidos tiene el Perú? 

Sin embargo, hay otros a los que les incomoda que se sigan exhumando fosas. 
Que no se resuelvan las desapariciones es un gran drama para muchísimas personas. El número oficial de desaparecidos de la época de la violencia es de veinte mil personas, y a eso hay que sumarle las veinte mil familias de esas personas. Creo que la manera de cerrar  esa herida es identificar a la víctima y restituirla a los familiares, o trabajar las reparaciones del tipo que sean. 

¿Se puede cerrar este drama sin que sea politizado?
No, no creo que puedas despolitizarlo.

Nuestra historia está plagada de hechos de violencia que se acumulan como placas tectónicas, ¿tienes esperanza qué esto no se repita? 
Es un tema mucho más amplio, porque los desaparecidos es de los grandes temas importantes por resolver, pero también hay muchos otros y no creo que sea solo un trabajo de memoria sino también de presente. Es una memoria irresuelta que arrastramos. Veinte mil desaparecidos: eso es Presente. Eso está pasando, hoy hay veinte mil personas que no han sido identificadas.

Tú creciste durante el período de violencia con los apagones y los coches bombas, ¿te sientes involucrada?
Crecer con miedo es algo con lo que hemos crecido los de nuestra generación, pero temer a una bomba no es lo mismo que temer  que de noche vengan a llevarse a tu papá, porque se han llevado a tu primo, a tu hermano. Son miedos distintos que existieron en la violencia. Trabajar esto fue muy difícil desde el principio, ya que esas diferencias hacen que el periodo de la violencia no sea lo mismo para ti que para mí, o que para los familiares de las víctimas que aparecen en el video.

¿Cómo fue la recepción de tu obra el año pasado en España?
Fue buena también por el contexto. Los conflictos que se están dando en España entorno a las exhumaciones. Allá hay muchísimos desaparecidos. Dependiendo del contexto, Liminal resonará de una manera u otra. Espero que sirva para hablar del los desaparecidos y el reconocimiento de las víctimas, el poder reconocer a uno e interpelar al otro para que lo reconozca.

¿Crees que vamos por buen camino?
Sí, en este tema lo creo, aunque hablamos de cifras enormes.

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