Para gozar de una buena salud es necesario tener unos hábitos de vida saludables a nivel general, pero sobre todo en cuanto a la salud intestinal se refiere.
Se considera que el ser humano posee dos cerebros, el primero es evidente de cuál se trata, pero el segundo es el órgano más extenso del cuerpo humano: el intestino. Gracias a él, somos capaces de absorber nutrientes y de gestionar productos de desecho; se dice que el sistema inmune está estrechamente relacionado con las bacterias que habitan dentro del mismo.
Por este motivo, tener un colon limpio ayudará a disfrutar de un mejor estado de salud general.
Cómo conseguir tener el colon limpio
Lo principal para disfrutar de un colon en buenas condiciones es llevar un estilo de vida y una alimentación saludable, rica en fibras y productos vegetales, que permitan tener un buen tránsito intestinal. Sin embargo, a pesar de comer bien y de haber adquirido unos buenos hábitos de vida, es muy probable que nuestro colon acumule residuos que le impidan desarrollar su función de manera óptima.
Se recomienda que todo el mundo se haga limpiezas de colon periódicas para optimizar su salud intestinal y prevenir enfermedades.
El sistema inmunitario se nutre de lo que nosotros comemos, por lo que alimentarse bien hoy supondrá un beneficio a largo plazo.
Limpiar el colon periódicamente ayuda a mantenerse saludableSe puede representar el intestino como una tubería en la que se van quedando pegados los productos residuales, hasta que el exceso de desechos acaba causando problemas en su funcionamiento.
Un buen estado del colon y del intestino en general se traduce en una salud más fuerte y en una silueta plana, sin el vientre abultado. Para conseguirlo, un método tan sencillo como eficaz es la mezcla de kéfir con linaza; sus beneficios se observan de manera casi inmediata y es muy sabroso. Para completar esta limpieza, tomaremos esta mezcla durante el desayuno y durante un periodo de 3 semanas.
Primera semana
½ vaso de kéfir (125 ml) y 1 cucharada de harina de linaza (10 g)
Segunda semana
½ vaso de kéfir (125 ml) y 2 cucharadas de harina de linaza (20 g)
Tercera semana
½ vaso de kéfir (125 ml) y 3 cucharadas de harina de linaza (30 g)
Pero ¿por qué utilizar estos dos ingredientes para depurar el intestino?
Beneficios de la linaza
La linaza posee una gran cantidad de fibra, tanto soluble como no soluble. La primera es la que ayuda al organismo a regular la tensión y los niveles de azúcar y la que ayuda a prevenir algunas enfermedades como el cáncer de colon o la diverticulitis. En cuanto a la fibra no soluble, es lo que se suele conocer como fibra a secas y es la que beneficia el tránsito intestinal.
La fibra mejora la motilidad y sirve como alimento para las bacterias beneficiosas que habitan en el intestino. Gracias a la flora intestinal, el organismo es capaz de absorber correctamente los nutrientes de los alimentos.
La linaza contiene, además, una gran cantidad de ácido linoleico omega 3, muy beneficioso para curar procesos inflamatorios y para prevenir dolencias como la artritis, el asma, el eccema y algunos trastornos del aparato reproductor femenino.
También posee un efecto antioxidante, gracias a un fitoquímico llamado lignano, que actúa contra los radicales libres, causantes del envejecimiento y del deterioro del organismo.
Pero no son las únicas ventajas de la linaza, pues además posee vitaminas del grupo B, magnesio, fósforo, manganeso y tiamina.
Puede conseguirse en diferentes presentaciones, ya sea en aceite, en tabletas, entera o molida. Se recomienda consumirla molida, ya que el aceite puede oxidarse muy rápido y perder sus propiedades y las semillas resultan demasiado duras para ser consumidas tal cual.
Si se elige la opción molida, simplemente hay que disolver una cucharada en el kéfir y consumir la mezcla como hemos explicado anteriormente.
Beneficios del kéfir
El kéfir es una combinación de bacterias probióticas y levaduras sobre una matriz de proteínas, grasas y azúcares. Sus nódulos se parecen a una coliflor pero tienen una textura más blanda y gelatinosa.
Los principales componentes del kéfir son la bacteria Lactobacillus acidophilus y un hongo unicelular.
Existen tres tipos de kéfir: el de leche, que es el más extendido, el de agua y el de té o kombucha (lee nuestro último artículo sobre la kombucha). Se trata del mismo tipo de hongo, pero adaptado a diferentes medios, por lo que los beneficios que aporta al organismo son los mismos.
Entre sus beneficios se podría destacar su papel para regenerar la flora bacteriana y mejorar significativamente el tránsito intestinal. Es también beneficioso para el estómago, ya que tiene la capacidad de regenerar la mucosa y facilitar las digestiones.
Se puede aplicar de manera tópica para mejorar procesos inflamatorios como el eccema. Además, actúa de manera beneficiosa para el sistema nervioso y ayuda a prevenir trastornos del sueño y estados depresivos.
Cuidar la salud intestinal es fundamental para tener un buen estado de salud. Además, es tan fácil como seguir unas pautas de alimentación basadas en alimentos naturales y con gran presencia de fibra vegetal y alimentar a las bacterias que habitan en el mismo para que refuercen el sistema inmune.
La mezcla de kéfir con linaza no solo contribuye a limpiar el colon de impurezas, sino que es también deliciosa, por lo que puede incorporarse a la dieta sin dudarlo.