Hay que tener en cuenta que si la mujer es la que hace la limpieza de la casa, en el embarazo también hay que ocuparse de estos aspectos, ¿quién lo debe hacer?
En unos primeros momentos, la mujer puede seguir perfectamente realizando lo que hacía hasta entonces, de hecho lo puede hacer siempre, pero se recomienda liberar de cargas a la mujer durante el embarazo, así que habría que pensar en un reparto de tareas o incluso sustituir a la embarazada en estas funciones, no porque no pueda sino porque no corra peligros, ni estrés ni malos momentos.
La embarazada debe tener precaución de no mover, ni coger ni arrastrar objetos pesados. No debe tampoco subir a escaleras para limpiar partes altas de muebles o de la casa ni realizar ninguna actividad que pueda dar lugar a que resbale o caiga. Hay que extremar las precauciones para que no surja ninguna complicación que ponga en peligro a la madre o incluso la vida del bebé.
Durante el embarazo sí se pueden utilizar productos de limpieza como la lejía, aunque se recomienda mantener las ventanas abiertas y ventilar bien la casa, el uso de guantes y el no uso de productos tóxicos o que puedan hacer daño. Hay que limpiar especialmente en zonas donde se pueda ventilar bien y que los productos de limpieza no toquen la piel, todo lo demás lo podría limpiar la pareja o algún familiar.
Con respecto a mantener el trabajo de limpieza en otras casas, en un primer momento se puede hacer, incluso a lo largo de los meses, aunque conforme pase el tiempo el agotamiento y fatiga serán mayores así que el rendimiento en el trabajo será menos. Muchas mujeres lo resisten, pero otras tienen que desistir de limpiar en los últimos meses del
embarazo.
Si se tiene duda sobre los productos de limpieza que se usan, se debe comentar con el médico para asegurarse de no utilizar productos químicos que puedan dañar el feto.
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