
Es una pequeña oquedad con formaciones muy bonitas que tienen forma de coliflor (que les da nombre a la cavidad), debido a su cristalización en ese nivel cuando el agua estuvo allí.

Nuestra sorpresa fue grande, ya que al entrar en el interior estaba casi limpia. Pensamos que al parecer nuestra divulgación de los hechos dio resultado, hasta que en una estrecha fractura al final de la cavidad nos dimos cuenta que toda la basura limpiada la había metido allí (baterías, cables, plásticos, latas...), inaccesible para nosotros, por lo que tuvimos que dejarla allí. Metimos la cámara de fotos alargando el brazo lo máximo posible para ilustrar lo que echaron a la fractura.

No obstante, todo lo que pudimos limpiar y sacar de la raja, nos lo trajimos.

Además, y como se observan en estas fotografías, documentamos los "grafitis" que existen, así como todo lo que pudimos ver ese día de limpieza.



Hemos puesto en conocimiento del Parque Natural estos hechos, para que sigan los pasos de estas posibles actuaciones en un futuro en esta cavidad, así como en otras del interior de este paraíso natural giennense.
Autor de las fotografías: Toni Pérez Fernández (G.E.V.)
