Jimmy Burns llena Milwaukee de clásicos de la música negra
De vuelta al Delta del Guadalete. Lleno en Milwaukee. Cálido ambiente para disfrutar del blues, menuda paradoja, y rendir pleitesía a un clásico. Jimmy Burns abre fuego con "Whole lot of lovin'", un montón de amor, y guiña a las chicas de toda edad y condición. Antes, rechaza una botella de Jack Daniels que le acerca Carlos Anelo al camerino; prefiere el coñac, y la coña marinera, pues emplea sus inequívocas armas de seducción durante el recital. No tiene que ser nadie ... Girls, girls. El bluesman de Chicago, aunque nacido a la vera del Mississipi, cautiva al personal. Noche de cadencias sin estridencias, la colección de metáforas que encierra la música afroamericana y una falta de respeto absoluta por parte de los de siempre, gente que acude a un concierto a charlar a viva voz, casi a grito limpio. El de la camisa por fuera, su compi con sombrero negro, la rubia del pelo recogido. Hay gente a quien le pones música y se lía a charlar de lo que sea. Pruebe con la familia, con los amigos. Hay gente muy pesada. Y negros tan auténticos como Jimmy Burns, "un señor tan mayor", dice alguien de junto. No hay edad. Ni vergüenza. Jimmy continúa cortejando a las mujeres, no cesa de dirigirse a ellas. "Valiente viejo verde", sueltan con guasa y cariño. Las tres uves de un tío con sombrero, la cartera en el bolsillo superior de la camisa, y un poderío total a la hora de susurrar, entonar o recitar sus blues con alma libre. Risa traviesa y contagiosa. Pulso y púa. Un buen grupo de mercenarios italianos y españoles detrás. Público entendido, con apellidos de músicos portuenses en la primera fila: Delgado, Bastida ... Y el bromista Burns incendiando la escena de blues y algo de soul, fraseo impresionante en "Talk to me", silencios muy expresivos y riffs de guitarras para celebrar. Otros ritmos invitan a bailar lento, algunas parejas se agarran al cuello mientras suena la célebre "Stand by me" de Leiber & Stoller, la misma que Silvio bautizó como "Rezaré". Jimmy Burns dice que no quiere sexo, sólo amistad con una linda muchacha, pero sus canciones convidan al apareamiento, hablan de trenes y corazones.
La foto es de Fito Carreto
Octubre, Cultura, Diario de Cádiz