Si sois de los que teméis con desasosiego la llegada del Whatsapp de pago (aparte de bulos sin sentido como el que comentaba recientemente nuestro compañero Tahúr Manco), estáis de enhorabuena (o no), porque si todavía no está frío el cadáver de la aplicación estrella de 2012, ya está pegando fuerte su sustituta: Línea (Line para los angloparlantes) de Naver y con posibilidad de uso en casi todas las plataformas de smartphone, especialmente Android e iOS.
Vayamos por partes. Que Whatsapp va a tener coste a partir de cierto momento es algo bastante obvio. De hecho hay gente que ya lo está pagando… Un momento, sujétense los cinturones, comiencen a quemar papeleras, incluso aporreen ancianas. Que voy a tener que pagar, por mandar mensajes? Me borro… Veamos, como decía, entendamos el proceso. Whatsapp (a partir de ahora WsPP) es una aplicación que se ha entregado de forma gratuita para que los usuarios la probaran (eso es, como las drogas) consiguiendo así que los posibles compradores la conozcan, se enganchen y con el tiempo, cuando llegue el momento, adictos perdidos, pasen por caja para seguir disfrutando de sus recursos. Hay usuarios que han tenido que pagarla ya en algún momento u otro (hablamos de menos de 1 euro al año) y otros que por mucho que se les ha pasado el año de caducidad todavía la tienen operativa sin que les pida un dólar a cambio. Pero la estrategia sigue siendo la misma: si la aplicación te gusta y la usa mucha gente, algún día la compañía reclamará su euro.
Es curioso el negocio, poner el caramelo en la boca hasta que lo estén saboreando 100 o 200 millones de personas y entonces les pides un precio simbólico, que no duela, cargado directamente al móvil y con acceso por un año a la app. Aunque te salga mal, y todos los rácanos del mundo se junten, el primer año seguro que se lanzan más de la mitad a pagar. Eso son 100 millones de euros en 12 meses. No está mal.
Pero volviendo a Line, que es lo que realmente nos ocupaba, decir que es una aplicación con idéntico objetivo que WsPP, es decir, ponerte en contacto con tus amigos de forma rápida y gratuita, pero añade algunas mejoras, desde la integración de un entorno similar al de las redes sociales (tenemos un TL como el Twitter para dejar nuestros pensamientos, integración con Facebook, etc…), pasando por varios complementos adicionales al simple mensaje, lo cual parece ser una apuesta más completa para robarle el mercado al gigante verde (el del icono del teléfono, no el de los guisantes).
Lo primero que nos encontramos (sin entrar en un detalle demasiado profundo, pues otras webs han hecho ya guías de uso de Line bastante completas) es el acceso a nuestra cuenta, que deberemos configurar en base a nuestro número de teléfono y también mediante correo y contraseña para ciertas funcionalidades web y para conservar todos nuestros datos bajo una ficha recuperable si cambiamos de terminal o de compañía.
Al crear nuestra cuenta (después de confirmar el proceso con un código que nos enviarán por sms), podemos hacer varias cosas navegando por sus funcionalidades pero la más recurrente y lógica es empezar a añadir amigos a la lista.
El procedimiento es sencillo y en esto se parece a WsPP. Los contactos que estén en nuestra agenda y que tengan instalado Línea, aparecerán directamente en nuestra lista de amigos. También podremos invitar a los que no veamos (es lo que están deseando la gente de Naver, notáis la presión cuando recorréis los distintos apartados?) y también buscar contactos si conocemos su nick (en Line, además de nuestro nombre podemos tener un nick y una ID, datos que proporcionaremos a nuestros conocidos para que nos encuentren).
Ya en la zona de usuarios empezamos con las novedades, cuanto menos, peculiares. Para añadir amigos a nuestra lista tenemos dos medios poco convencionales. Uno es agitando el móvil, uno junto a otro, al mismo tiempo. No, no es una postura sexual entre celulares, sino algo similar a lo que harías con el mando de la Wii y esperando a que las aplicaciones se reconozcan entre ellas (los Samsung lo hacen más rápido, mientras que terminales como ZTE o HTC son más lentorros).
También podremos hacerlo por código QR, usando el lector que integra la aplicación y que utiliza nuestra cámara para captar los datos del móvil del amigo.
Las siguientes novedades se encuentran en la interacción con nuestros contactos, con funciones mucho más amplias que WsPP. Además de mandar mensajes gratis e incorporar un muro para comentar lo que queramos (y que verán nuestros contactos como publicaciones recurrentes) podremos hacer llamadas gratis (los problemas de acople de sonido y cobertura en línea son habituales en algunas compañías y regiones geográficas), tenemos una sección de noticias y un apartado de cuentas oficiales (vamos de famosos y piltrafillas con caché) así como pequeñas funciones chorra, pero seguramente muy adictivas para algunos geeks.
Por ejemplo las stickers (pegatinas) sustituyen a los emoticonos y son bastante más graciosas y con un diseño más cuidado de lo habitual. También podemos mandar postales, hacer fotos para aplicarles efectos, etc… Por lo visto se pueden comprar más modelos y clips mediante Coins (monedas) que cambiaremos por estos productos añadidos.
Las monedas tienen un coste por cantidad saliendo las 100 monedas a 1,59 euros y las 3400 a 37,99 euracos. Para que os hagáis una idea, un juego de iconos de PSY – Gangnam style – cuesta 100 moneditas.
Una cosa curiosa es que te ofrecerá cuentas que seguir, ya no sólo confirmadas sino de amigos de tus amigos que tal vez conozcas. Todo muy social media.
Tal vez por eso sea una app que se mueve en terreno peligroso por la seguridad y la privacidad. Los que seáis usuarios de Facebook sabéis lo que es tener que ir tú a configurar la visibilidad de tus cosas, esconder lo que no se debe ver y mostrar lo que sí se puede difundir (recordar no hacerlo al revés, que las menos van al pan y los vídeos al You Tube).
Por último un detalle a tener en cuenta: chupa batería a base de bien, o sea que u os aprovisionáis de una segundaria o vivís colgados del cargador en cualquier sitio. Probad el invento y nos contáis…