Lio de democratas.

El congreso fundacional de la nueva CDC del último fin de semana, que debía transcurrir con absoluta tranquilidad ha sido una olla de grillos que, afortunadamente para Artur Mas ha acabado razonablemente bien.

En varias notas anteriores he mencionado que tengo buena opinión de Mas porque, al contrario que Rajoy, hace lo que dice que va a hacer y siempre da la cara, pero también opino que como estratega es bastante desastroso.

Josep Cuni entrevistó a Artur Mas en su programa el jueves 7 de julio, justo antes del inicio del congreso, y me tragué la entrevista casi desde su inicio. A pesar que Cuni es de los periodistas que, cuando quiere, se lo pone muy difícil al entrevistado que pretende evitar algún asunto, en dicha entrevista Mas dijo poquísimo sobre la orientación futura de CDC y absolutamente nada de su nuevo nombre.

Mas se refirió varias veces a lo largo de la entrevista a su determinación de no dar más información porque quería que los asistentes al congreso fuesen los primeros en conocer y decidir asuntos vitales para la futura CDC, pero me quedé con la impresión de que era todo una jugada estratégica para que los votantes en el congreso tuviesen poco tiempo para decidir sobre las propuestas que se les planteaban y las aprobasen con cierta rapidez, y me pareció que era otra estrategia equivocada de Artur Mas y que el congreso planteado de esta forma podría acabar en un lio considerable. Incluso Pilar Rahola, que siempre canta las alabanzas de Artur Mas, planteó ciertas dudas sobre la forma en que planteaba el congreso.

El lio estalló en el congreso a las pocas horas de iniciarse, al plantear a los asistentes su elección entre don nombres para la nueva CDC que habían sido seleccionados por una empresa contratada al efecto, pero los dos nombres eran horrendos, el primero era “Mes Catalunya” y del otro ni me acuerdo.

Finalmente el congreso acabó bastante bien para Artur Mas, en mi opinión debido a que nadie aprovechó la ocasión para atacarle, porque de haber sido así el atacante hubiese tenido el campo abonado, y parece que definitivamente Mas va a ser el presidente del nuevo partido. Creo que Artur Mas, a pesar del lio, puede estar satisfecho de cómo ha respondido su gente.

Sobre el resultado final del congreso mi opinión es mediocre, y aunque mis posibilidades de votarlos algún día, como siempre en mi caso, dependen de mi opinión sobre la capacidad de gestión pública de sus candidatos, hay algo que no me gustó. En mi opinión tenían que haber puesto mucho más énfasis en que la época de Pujol quedaba atrás. Siempre he dejado claro que mi mala opinión sobre Pujol viene desde los años 80, y por eso me sorprende que después de la gran traición al catalanismo que ha acabado suponiendo la figura de Pujol todavía hay quien dice que a pesar de la corrupción Jordi Pujol hizo mucho por Catalunya. Yo no le debo nada, más bien al contrario, y si nos ceñimos a su gestión como gobernante nos dejó una Administración Pública igual o peor que la española en cuanto a ineficacia y corrupción, y en mi opinión no supo defender en lo más mínimo los intereses de Catalunya en temas muy importantes como la financiación y el posible Concierto Económico, sobre los que se rindió prácticamente sin lucha, en mi opinión por razones de interés estrictamente personal, aunque tengo que reconocer que si era experto en algo: en ponerse medallas y en engatusar a los catalanes.

Creo que no haber puesto suficiente énfasis en que la nueva CDC deja atrás las historias de Jordi Pujol es un error y una gran ocasión perdida por otra razón: después de la publicación de las grabaciones del desastre Fernández Díaz ha quedado claro que el PP no consigue imputar a alguien de la CDC actual en situaciones corruptas como las de Pujol y familia ni tan solo jugando sucio al estilo PP. La nueva CDC ha perdido una oportunidad de nacer sin ni tan solo restos de porquería antigua y en mi opinión Artur Mas ha demostrado una vez más que como estratega tiene mucho que mejorar.