Revista Música

Lions and dogs (Van Morrison - Sometimes We Cry)

Publicado el 06 noviembre 2010 por Vanvic68 @vanvic68
LIV"Sometimes we live, sometimes we die, sometimes we cry"
Lions and dogs (Van Morrison - Sometimes We Cry)SOMETIMES WE CRYVan MorrisonThe Healing GamePolydor1997
Desde el primer momento, mi madre me dijo: "tiene una mirada triste." Estuvimos juntos quince años, durante los cuales se escuchó todos y cada uno de los discos de Van Morrison según caían en mis manos, y nunca protestó. No era muy exigente en lo que se refiere a las tareas de casa, y yo siempre le echaba en cara su poca tendencia a recoger lo que iba dejando por ahí; vamos, que ensuciaba más que limpiaba, pero luego aceptaba de buen grado todo lo que le proponía. No me hacía la comida, pero siempre que llegaba a casa mostraba la alegría de quien no ha visto a un ser querido en años. Tanto me había acostumbrado a su carácter que había días que ni le devolvía el saludo. Aún así, al día siguiente, ella no me lo había tomado en cuenta. Le gustaba quedarse largas temporadas en la casa de verano de mis padres, donde respiraba el aire que el resto del año no había en la ciudad. Se puso enferma en varias ocasiones, algunas graves, pero demostró un espíritu de superación y de resistencia digno de elogio. Ahí si nos dio una buena lección. Ayer se fue definitivamente. Hoy he abierto la puerta de casa y por primera vez, al no poder alegrarme por su presencia, se me han salido las lágrimas. 

Senda nunca se consideró a si misma un can. Rehuyó casi obsesivamente el mezclarse con otros individuos de su especie, e incluso, como los humanos, con el tiempo, no le entraban ganas de conocer a más personas. Ella era fiel a los suyos y, los demás, que no le vinieran con tonterías -los responsables del hotel canino donde se quedaba algún fin de semana le habían apodado cariñosamente "la Señora". Como yo, respondía con malas caras a las impertinencias y a la mala educación (no sé quién se lo pegó a quién), y no se destacaba por ser el típico perro que se lanza a tu estómago y te da lametones encima de la cama, pero siempre recordaré su cabeza apoyada en mi muslo cada vez que esperábamos el ascensor para bajar a pasear: era su particular gesto que los humanos tendemos a interpretar como de cariño y amor y que probablemente no sea más que un gesto instintivo y propio de su naturaleza animal. No le dimos una vida de campo y monte, como se pudo merecer, sino una de ciudad y piso, pero se acostumbró a ella y al final, no quiso otra. Formaba parte de la familia y ahora la extraño como a uno más. Mi madre tenía razón: tenía la mirada triste y para ser humana solo le faltaba llorar.
Lions and dogs (Van Morrison - Sometimes We Cry)
A Van Morrison lo he visto actuar como cinco veces en España. En Barcelona, dos veces, Valencia, Benidorm y Castellón. La primera vez, el 9 de octubre de 1996, en el Palau Vall d'Hebron de Barcelona me quedé gratamente sorprendido con un espectáculo de más de dos horas y varios bises, el último de los cuales fue un avance de su siguiente disco, The Healing Game. Precisamente tocó la canción que da nombre al álbum, y nos dejó al auditorio petrificado. Van, acompañado de los músicos con los que acababa de dejar registrado el monumental directo de A Night in San Francisco, ofreció la mejor versión de sí mismo: un músico descomunal, un derroche de sentimiento y una mezcla de introspección, furia y éxtasis como no he vuelto a ver en mi vida, ni siquiera en él mismo. Con la edad, Van empieza a cumplir su cometido nunca más allá de lo pactado, que es una hora y media de concierto. Ya pocas veces se desmelena. Y los bises... si me da la gana, y sólo uno. Pero Van es, EL HOMBRE (The Man), y se irá siendo hosco, huraño, esquivo y poco amigo de cumplidos cara a la galería. Y me da igual que así sea, aunque no haya vuelto a sacar un álbum tan redondo como The Healing Game y ya no haya jamás un Astral Weeks. Porque su música nos acompaña durante toda la vida -dicen que Van tiene una canción para cada estado de ánimo-, a veces nos estremece, otras nos acaricia suavemente la piel, otras nos da lametones y otras hasta nos ladra, pero jamás, jamás, nos abandona. Él, más que un perro, es un fiel león.
Enlaces/Links:
Van Morrison's official website: www.vanmorrison.com
Van Morrison's unofficial blog: vanmorrisonnews.blogspot.com

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