El paso de los años puede provocar cambios en la fisionomía facial por la pérdida de hidratación de la piel, la aparición de la flaccidez o por las temidas arrugas. El lipofilling puede ayudar a restaurar el óvalo facial con el uso de grasa.
Mediante unas cánulas especiales, se extrae la grasa del paciente de zonas como el abdomen o las caderas, por ejemplo.
Lipofilling facial con microfilling
El lipofilling se puede realizar de forma muy sencilla mediante la técnica del microfilling. Desde Sebbin, laboratorio distribuidor de microfilling, apuntan sus principales ventajas:
- Kit de un solo uso.
- No es un procedimiento traumático, 48 horas después se puede hacer vida normal.
- Es de circuito cerrado.
- La integridad de la grasa se mantiene intacta.
El proceso del lipofilling es muy sencillo. En Sebbin explican los cuatro pasos necesarios para conseguir el rejuvenecimiento facial que se persigue: liposucción de la grasa, disociación de la misma, centrifugado y su inyección en las zonas a tratar.
Se trata de un procedimiento muy seguro ya que al utilizarse la propia grasa no hay riesgo de reacciones adversas.
Además, los resultados son muy naturales y la mejora estética es muy significativa. Otro aspecto muy importante es que el lipofilling no suele dejar cicatrices visibles despúes del tratamiento.
El lipofilling no solo se utiliza con fines meramente estéticos, sino que también puede emplearse para la reconstrucción de una zona del rostro necesario tras un traumatismo o una intervención previa.