La capital de Portugal, se convierte en una de las escapadas preferidas de los españoles para un fin de semana gracias a su cercanía por tierra. Si decides hacer tu visita desde cualquier punto del mundo, nosotros te vamos a recomendar tres lugares mágicos que nos han causado buena impresión.
El casco antiguo de Lisboa
Representado en mayor parte por el barrio de Alfama, la dejadez y el paso de los años hace que los edificios conserven el encanto de las grandes ciudades europeas. Pasearte por las calles estrechas, desordenadas, con subidas y bajadas a su antojo, hace que tenga un encanto peculiar.
Los tranvías dan a la zona ese carácter necesario para dar la magia que envuelve en sí mismo. Nosotros recomendamos perderte por cada uno de sus rincones, sin olvidar una visita al Castillo de San Jorge, donde tienes que poner en forma tus piernas para subir la empinada colina.
Vistas desde Castillo San Jorge La Zona de Belém Nos trasladamos al Oeste del centro de Lisboa, para acudir a Belém donde toparemos con el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belém, el Puente 25 de Abril y el Monumento a los Descubridores. Monasterio Jerónimos Tampoco puedes perder la ocasión de disfrutar uno de los mejores manjares de la cocina portuguesa, como son los pasteles de Belém. Pastel de Belém Parque de las Naciones (Expo 98) Es la zona más moderna que comprende Lisboa, gracias en gran medida a la celebración de la Expo-98. Su centro comercial, su Oceanario y el puente más largo de Europa con más de 17 kilómetros "Vasco de Gama" son algunos de sus atractivos. Destacar el teleférico que pasea por 5 kilómetros la ribera del río Tajo, una experiencia con la que ver desde otro punto de vista el Parque de las Naciones. Lisboa es una ciudad que tiene mucho más para ver, pero nosotros hemos querido destacar estas 3 zonas como mágicas e imprescindibles en la visita a esta bella capital. Puente Vasco de Gama, obra de Calatrava