Listas y listas (¿buscamos al 'hombre ideal'?)

"Una lista como otra cualquiera"

- Yo no quiero modelos.

- ¿Ah no? Te pasas toda la vida rodeada de ellas y me vas a decir que no te gustaría estar con alguna.

- Pero las conozco y sé que yo no soy su tipo.

- Con la labia que tienes y demás… Lo puedes conseguir, aunque no seas un modelo en toda regla. Ellas no solo miran la apariencia, buscan algo más..

- Para qué quiero modelos… En tal caso el modelo de novia que quiero eres tú.

Me lo han dicho 3 veces, la última para variar, la persona que mas se ha acercado a lo que deseaba en un hombre y pensaba que funcionaría… Pero las cosas realmente nunca salen como te esperas. Resulta halagador que venga una persona y te comente como si tal cosa que eres realmente lo que está buscando… Pero como en este monólogo traducido  "a corto", es algo así a: “señorita Gata, es usted la persona idónea para el puesto, la que mejor currículum tiene, la más preparado... pero no le vamos a contratar.”

Pero volvamos al tema que abre todo este asunto: “la mujer o el hombre de mi vida”, ¿acaso eso existe? Todos tenemos en nuestra cabeza una lista con una serie de números que indican la importancia en nuestra vida, aunque existen ocasiones en que el primer puesto acaba siendo el quinto y viceversa. La lista nunca tiene un tope, puedes ir añadiendo todo lo que desees, cambiar las posiciones e incluso ampliar con detalle algunos de los requisitos que debe cumplir esa persona. Ninguna de ellas es una idea descabellada, loca o incomprensible, simplemente forma parte de lo que buscamos en el sexo opuesto. Pero ¿cuando nuestra exigencia roza la estupidez? El otro día una amiga mía me dijo que si un chico escribía faltas de ortografías, bajaba su interés en él… Me entró un ataque de risa que no paró hasta un buen rato después. Mi madre me suele decir que muchas veces nosotros mismos buscamos excusas para no salir con alguien, de tal manera que nuestra exigencia acaba siendo una tontería inmensa.

Es cierto que a veces conoces a una persona que parece perfecta, y digo “parece” porque ninguno somos perfectos, ni tan siquiera las increíbles bellezas 90-60-90 o los musculitos con ojos bonitos acompañados de sonrisas perfectas. La primera vez que le conoces piensas que algo malo tendrá, y lo tiene, pero a medida que le vas conociendo más no solo la atracción va aumentando por sus cosas positivas sino que los pequeños errores que tiene le hacen ser humano y evita que le idealices por las nubes. ¿Qué haces en ese momento? Algunos amigos me han dicho que cuando conoces a alguien de ese tipo, lo mejor que puedes hacer es arriesgarte. Pero el miedo aparece en todas partes, sobre todo el hecho de ser rechazado ya sea de manera encantadora (y eso hace odiarle aún más, porque es difícil dejar de sentir algo de la noche a la mañana), o de manera estúpida (lo que provoca que le odies y sea mucho más fácil desaparecer dicha atracción) Por lo que la sensación de vacío se hace aún mas grande…

Cuantas veces he oído: “he conocido al amor de mi vida, he estado realmente enamorado/a, y ahora que no está… Nunca encontraré a nadie que sea como esa persona”. Una vez Carrie me dijo una frase que ahora siempre lo suelo decir cuando me dicen ese tipo de cosas: “puede que esa persona no fuera para ti, ni tú para ella”. El caso es que todos tenemos una lista con una serie de requisitos que investigamos si tiene o no la persona que tenemos delante, cuando vemos que pasan la prueba le hacemos una segunda y una tercera más, hasta que nos quedamos sin números en la lista y pruebas que hacerle… Es entonces cuando te das cuenta que a pesar de no cumplir todo lo que en tu cabeza tienes, ha logrado lo mas importante, no es pasar la prueba o ser perfecto, simplemente… Hacerte ser feliz.