Listen to Me, Marlon. Stevan Riley, 2015
Ese hombre de ahí
Qué rabia da que se hagan documentales sobre gente maravillosa de la historia de los acontecimientos mundiales, bajo la excusa de que haya algo escabroso que contar sobre ellos.A mi personalmente, me molesta que de Marlon, de Brando, de ese actor con voz nacida del mismísimo infierno, o esa voz con rostro de guapo entre los guapos, se haga un documental, aprovechando que su hijo mató al novio de su medio hermana y que ella se suicidó al poco tiempo. Llámenme purista o lo que quieran, pero me molesta.Stevan Riley, el señor director, consideró que casi dos semanas enteras de grabaciones de audio del propio Marlon Brando, sacadas a la luz y autorizadas para su uso por la familia de éste eran un buen punto de partida para su película. Muy loable me parece, sin embargo, una ve el documental en cuestión y queda con la sensación de haberse tragado fragmentos y fragmentos de esas cintas de confesión, con el único propósito de redondear esa fatídica noticia del año 1990, cuando el asesinato y demás.Y me parece mal.Listen to Me, Brando saca trapos sucios, por supuesto que lo hace. Cuenta cómo ese actor enorme (tanto física como profesionalmente) odió a su padre, sufrió a su querida madre, se enamoró de sus dos esposas y sedujo a medio gremio de señoritas periodistas en sus dorados años de juventud. Algo lógico y natural, si una se imagina lo que puede pasar por la mente de una cándida muchacha que haciéndole preguntas a Terry Malloy, Stanley Kowalski, Don Vito Corleone y el Coronel Walter E. Kurtz a la vez, note que le está poniendo ojitos. Sara Carbonero: la risa me das.Brando se confiesa, pero nos quedamos con el morbo de sus desgracias.Menos mal que están ahí sus películas y esas no se tocan.