Como siempre, una ficha técnica:Libro: El Reino (The Kingdom, 2013)Autor: Amanda StevensEditorial: Roca EditorialGénero: thriller paranormal, romance adultoAño de publicación: mayo 2014Páginas: 352Edición: tapa blanda con solapasWeb: Amanda StevensExtras: BooktrailerValoración: 8/10
¿De qué trata?Tras aceptar un trabajo de restauración en Asher Falls, Carolina del Sur, lo devastado que está este pueblo le llega al corazón a Amelia, así como el lamentable estado de los dos cementerios que allí se encuentran, uno de los cuales quedó hundido bajo las aguas. La pequeña ciudad, rodeada de lagos y montañas, tiene un aura de misterio innegable y la única manera de llegar a ella es a través de un ferry. Todo esto le viene de maravilla a Amelia quien, aunque no quiera admitirlo, está huyendo de Charleston y de lo que le sucedió con el detective del que está enamorada, Devlin, un hombre acechado por sus fantasmas. Necesita volver a centrarse en su trabajo y obedecer a pies juntillas las reglas que su padre le impuso en su día para protegerse de su don: ser capaz de percibir la presencia de los espíritus. Sin embargo, nada más poner un pie en el pueblo, se da cuenta de que hay muchos que no la quieren allí, que no quieren que restaure el cementerio, y Amelia empieza a percibir un aura de mal a su alrededor…
La Reina del Cementerio 2/5: [The Abandoned] // La Restauradora // El Reino // The Prophet // The Visitor
El Reino ha sido, en pocas palabras, una auténtica gozada. No tenia ningún temor al enfrentarme a este nuevo volumen, pues sabía que Amanda Stevens había creado una joya literaria con el inicio de La Restauradora, pero en cuanto me sumergí en el primer capítulo de El Reino, me sentí como si estuviera delante de una nueva historia, quizá hasta un nuevo comienzo: Amelia se ha trasladado a Asher Falls para un trabajo de restauración, dejando su casa, sus amistades y ese amor platónico pero prohibido con Devlin que tanto nos devastó en el volumen anterior. Nada más poner un pie en su nuevo destino, un tropel de nuevos personajes, misteriosos y reacios a los forasteros, le impiden hacer bien su trabajo, pero cuando un par de molestos fantasmas y maldiciones familiares le acechan, echará de menos su casa...
Esta vez me he topado con una historia totalmente diferente a La Restauradora, no solo por contener un caso de restauración en otro lugar, sino porque además Amelia, que en la primera entrega era una protagonista con una entereza increíble y que podía soportar el aliento gélido de la muerte, ha ido perdiendo toda fortaleza al verse afectada por la maldición de Asher Falls, la familia Asher y cierta tumba escondida entre las montañas que destila podredumbre y oscuridad. Sin ir más lejos, Amelia es atacada reiteradamente por entes espirituales, acosada incluso en algunos capítulos, por lo que acaba siendo un personaje que huye despavorido, buscando desesperada campo sagrado y repitiendo reiteradamente sentirse observada por la propia oscuridad. Así, El Reino adquiere un cáliz más violento e incómodo, pues el ente que acecha a Amelia no tiene límites, ya no estamos delante de fantasmas anhelantes de calor humano, y hace que acabemos sintiendo un miedo tremendo al ocaso y lo que pueda ocultarse entre las montañas, y que incluso las normas que ya sabíamos de la primera entrega no nos sirvan porque nos enfrentamos a algo más diabólico y superior.
El misterio que rodea el cementerio y, concretamente, la tumba marcada, se encuentra a la altura de las circunstancias y nos mantiene en vilo, pensando por qué los pueblerinos son reacios a la restauración, de quién será el cuerpo enterrado, pero también el posible fantasma que persiga a Amelia. Si a ello le añadimos un variopinto abanico de personajes desquiciados e inestables mentalmente, empezando por una misteriosa Luna Kemper y sus dos amigas de la infancia, pasando una psicópata adolescente, un fantasma retratado en fotografías o incluso un cabeza de familiar dictador, sentimos que las razones de Amelia por escapar de Asher Falls son consistentes y argumentales: el ambiente enrarecido que cubre este pueblo hace que se nos hiele la sangre y no deseemos pasar ahí ni una sola noche. Eso sí, ha sido un libro difícil de iniciar, pues Amelia apenas rememora Charleston y acabamos echando de menos todo lo que ha dejado atrás, especialmente a Devlin.
La Restauradora me encantó y El Reino me ha infundido un respeto tremendo. Asher Falls no es un destino de ensueño y la maldición que rodea sus montañas hará temblar al más escéptico. Amelia nos enseña nuevamente que hay que respetar el más allá, pero incluso ella nos demuestra que no se puede estar preparada contra la más tenebrosa oscuridad. Más misterio, más género paranormal y más secretos enterrados en una tumba, eso es lo que encontraréis en esta segunda entrega de Stevens.