Literatura: 'La caza', de Andrew Fukuda [La Caza #1]

"Antes éramos más, de eso estoy seguro. No tantos como para llenar un estadio o un cine, pero sí más de los que quedamos ahora. Lo cierto es que no creo que haya nadie más aparte de mí. Eso es lo que ocurre cuando eres una exquisitez, cuando se mueren por devorarte: acabas por extinguirte."

Libro: La caza (The Hunt, 2012)Autor: Andrew FukudaEditorial: DestinoGénero: ciencia ficción juvenil, distopía, paranormal, fantasíaAño de publicación: junio de 2012Edición: rústica con solapasPáginas: 320 Web: Andrew FukudaExtras: BooktrailerValoración: 7,5/10
¿De qué trata?Cuando caiga el sol, empieza a correr. A sus diecisiete años, Gene lucha por sobrevivir en una sociedad en la que los humanos han sido devorados por la raza dominante y se encuentran al borde de la extinción. Cuando es reclutado para participar en la caza patrocinada por el gobierno con el propósito de encontrar a los pocos supervivientes, no sólo debe aprender el arte de la lucha, sino también eludir las crecientes sospechas de sus compañeros respecto a su verdadera naturaleza.

La Caza 1/3:  La caza  //  El origen  //  The trap

"Cuando caiga el sol, empieza a correr". ¿Sabéis cuando un autor consigue llamar tu atención sólo con la primera frase de su novela, independientemente de su temática? Ahora que las distopías están tan de moda y muchas se persiguen unas a otras, cuesta encontrar los ingredientes necesarios para despertar verdaderamente nuestra atención y apostar por su lectura. Es algo que he tenido claro con Andrew Fukuda, que si bien nos ofrece otra trilogía más con mundos devastados y juegos por la supervivencia, le añade lo necesario para que nos lo llevemos bajo el brazo: ¿quién dijo que los vampiros no podrían sobrevivir al Apocalipsis?
La primera impresión que me trajo la sinopsis de La caza fue que me recordaba vagamente a la película Daybreakers, cuya premisa era más que interesante pero falló en su ejecución. Lo segundo es que Fukuda arriesgaba aún más añadiendo una caza a modo de concurso y un protagonista adolescente. Con toda mi curiosidad atenta a cada palabra, y con la esperanza de encontrar un buen planteamiento, me adentré en una de las historias más únicas y trepidantes leídas en lo que llevo de año, destacando por una trama bien conseguida, un ritmo frenético y, sobre todo, una pluma incisiva y afilada.Podría destacar muchos puntos de La caza y todos serían positivos. Primeramente, porque Fukuda me ha devuelto un poco más la fe en el vampiro que encontramos hoy día en la literatura juvenil. Cuando nos hablan de estos seres sobrenaturales, desgraciadamente pensamos en cierta saga de romántica juvenil, pero el autor los ha retratado tal y como yo espero encontrarlos: sanguinarios, salvajes, sedientos y hambrientos. En adición, nos plantea un futuro postapocalíptico donde los vampiros son los nuevos reyes del planeta y los humanos, por contra, se han convertido en esa especie quimérica de la que se habla en los libros de texto a modo de cuentos para no dormir. Concretamente, leer este mundo donde los vampiros ejercen sus propias jerarquías y relaciones ha sido más que interesante, teniendo en cuenta que están privados de todo tipo de emociones, sensaciones y hasta de dolor, por lo que constantemente me encontraba ávida de conocimiento por saber más de su comportamiento en paralelismo a la vida humana.Pero hablemos de lo importante, lo vital, lo que verdaderamente me ha hecho disfrutar de esta novela juvenil tan endiablada de acción y sufrimiento de La caza: La Caza. Por la sinopsis, me planteaba un tipo concreto de caza, pero Fukuda me ha demostrado que podía ir mucho más allá de mi imaginación y encontrarme con toda una ceremonia sangrienta en honor a los humanos que serán sacrificados para el ocio -y disfrute- de los concursantes. Desde meros preparativos para conocer el cuerpo humano hasta festines repletos de carne cruda y copas rebosantes de sangre, he quedado más que empachada de la morbosidad de Fukuda. Este autor, totalmente desconocido para mí, a ratos se me ha antojado un genio de la palabra y otras, un enfermo de lo grotesco. La pluma de Fukuda es visual, es directa, es incisiva, se te clava en las órbitas de los ojos y no te deja reposar. Disfruta mucho describiendo escenas, añadiendo cada adjetivo con sumo cuidado y mimo, y si éstas están rodeadas de cuerpos o sangre, de carreras contrarreloj o de degustaciones de sangre, más aún. Así, La caza no me ha dejado tregua en ninguna de sus situaciones, siempre palpando el sufrimiento y el desasosiego de Gene por sobrevivir, siempre oliendo la sangre fresca, sintiendo el frío de la noche, imaginándome la locura plasmada en los ojos de los demás personajes mientras perseguían humanos. La Caza, además, ha sido totalmente intensa e inesperada, siempre oscura y hasta diabólica, con ciertos giros que le han añadido aún más puntos de tensión a la historia, lo que me ha dejado casi agotada una vez he finalizado la lectura.

Esta primera parte de la trilogía me ha dejado muy, muy buen sabor de boca. Es trepidante, repleta de tensión, y gracias a la pluma de Fukuda, adquiere un exquisito tono dramático y frenético. La caza se me ha hecho muy adictivo a la par que duro, pues este nuevo mundo, oscuro, frío y dominado por vampiros, me ha despertado mucho la curiosidad y espero, con razón, que las siguientes partes estén a la altura de su predecesora. Y que haya más sangre y sufrimiento, por favor.