Revista Cultura y Ocio

Literatura: 'Los secretos de los duendes', de William Alexander [Zombay #1]

Publicado el 28 enero 2015 por Cristina @miss_xerinola

"Graba extendió una pierna mecánica de debajo del banquito. Tenía forma de ave, la garra con  tres dedos adelante y un espolón detrás. Toda la extremidad estaba hecha de cobre y madera." 


Literatura: 'Los secretos de los duendes', de William Alexander [Zombay #1]Libro: Los secretos de los duendes (Goblin Secrets, 2012)Autor: William AlexanderEditorial: Océano Gran Travesía Género: fantasía infantil-juvenil Año de publicación: octubre 2014Edición: tapa dura sin sobrecubierta Páginas: 268Web: William AlexanderValoración: 7/10
¿De qué trata?En la ciudad de Zombay hay una bruja llamada Graba, mitad máquina, mitad humana, que tiene poderes sobrenaturales y hace mover su casa a voluntad. Rownie es uno de los niños abandonados que vive con ella pero decide escaparse para encontrar a su hermano mayor, que ha desaparecido sin dejar rastro. Para ello, Rownie se une a un grupo de duendes que burla la ley representando obras de teatro. Y es que esas representaciones y las máscaras que usan en ellas, esconden muchos secretos. Al igual que Rownie, los duendes también quieren encontrar a su hermano, ya que es la única persona que puede salvar la ciudad de ser inundada por la furia del río. 
Zombay 1/2:  Los secretos de los duendes  //  Una canción macabra 

Silencio. La función va a empezar. Una extraña compañía teatral ha llegado a Zombay. Místicos duendes se alzan en el escenario para escenificar inquietantes fábulas, ayudados siempre de poderosas máscaras y poderosas palabras que lo hacen todo real. El teatro está prohibido, pero este elenco de actores tiene mucho que decir y esconder. Y mientras Zombay está custodiada por la malvada bruja Graba, quien todo lo quiere y puede, uno de los niños abandonados que vive a su merced decide aprender de las inquietantes máscaras y el teatro.
Literatura: 'Los secretos de los duendes', de William Alexander [Zombay #1]Una compañía teatral regentada por duendes. Que invocan máscaras sobrenaturales y juegan con el poder de las palabras. Una bruja mitad humana mitad máquina que controla todo Zombay mediante el aleteo de un pichón. Y un niño que custodia una máscara de zorro. Desde luego, si no os ha conquistado la sinopsis o mi primer párrafo, ha de hacerlo este segundo. Estamos ante un mundo mágico y fantástico repleto de sustancia y misterio, donde además de vivir las aventuras de un muchacho para desembarazarse de las garras de la malvada bruja Graba, asistimos al entrañable proceso de un joven aprendiendo de la vida a partir de la magia y el lenguaje. Esta primera parte creada por William Alexander está narrada a partir de una metódica pluma, muy sencilla pero totalmente cautivadora, donde Rownie, niño como es, quiere ser conocedor de todo. Si bien sus andanzas con el grupo de niños abandonados y sus intentos de supervivencia pueden recordar a ciertos clásicos, el estilo de Alexander me ha evocado más a otros autores célebres de la fantasía, como Dianna Wynne Jones, donde cada palabra tiene un significado; cada capítulo desprende una sensible oda a la familia, el amor y la familia; cada escena, por muy mundana que sea, posee todo tipo de secretos.No obstante, en Los secretos de los duendes hablamos justamente de eso, de lo oculto y lo misterioso, pues no creo que exista una compañía teatral más entrañable e inquietante como la de Semele y los suyos, que son capaces de escenificar todo tipo de fábulas repletas de moraleja para los críos de la época y maravillarnos con sus montajes de dragones de cartón y máscaras ondeando en el viento.
Pero sí, he de hablaros de las máscaras, que es lo que más me ha atraído de esta novela, extraños objetos de los que Alexander poco nos habla pero nos quiere mostrar todo, pues son el instrumento principal de los duendes para trabajar pero también hablar con el más allá. Cuidadas con mimo y usadas con sabiduría, junto al poder de las palabras, una máscara no solo puede ayudarte a ser quien quieras ser, sino también predecir todo tipo de desastres y hacer que tu voz llegue hasta el mismo espíritu que encierra la ciudad. Ha sido todo un deleite para mí encontrarme con auténticas batallas fantásticas que cruzaban todo Zombay y desembocaban en el mismo escenario, donde pese a relatarse cruentas guerras, era fácil imaginarse la escenografía y perderse en la magia pura de las palabras recargadas de magia e intención, y el encanto de una máscara convertida en héroe, caballero o lluvia. Desde luego, no creo ser la única a quien le encantaría acompañar a Rownie en la próxima función para ver a todas esas máscaras en movimiento, en especial la del zorro, que todo lo hace posible.
Rownie sí traía puesta una máscara. Se irguió como un zorro, astuto y arrogante.
-No me atraparás- dijo, y al pronunciarlo supo que era cierto. 

Los secretos de los duendes es toda una fábula mágica, quizá una pequeña obra maestra que ha de madurar con el tiempo, pero todo un pasatiempo para los pequeños y los no tanto. Llena de magia, fantasía y misterio, con el poderoso aliciente de las máscaras y la sabia reflexión sobre saber medir nuestras palabras, desde luego que es un libro que os recomendaría si queréis soñar a lo grande. Aceptad sin remordimientos esta entrada que os ofrece William Alexander.
Con la colaboración de Océano Gran Travesía

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