Literatura: 'Rarita y adorable', de Sarra Manning

"No tenemos nada que declarar aparte de nuestra rareza." 

Libro: Rarita y adorable (Adorkable, 2012)Autor: Sarra ManningEditorial: Maeva YoungGénero: romance juvenil, dramaAño de publicación: junio 2014Edición: rústica con solapasPáginas: 439Web: Sarra ManningValoración: 7/10
¿De qué trata?A los 17 años Jeane Smith tiene medio millón de seguidores en Twitter y ocupa un puesto en la lista del periódico The Guardian de las treinta personas más influyentes menores de treinta años. Pero aunque tiene cientos de amigos virtuales, Jeane es el bicho raro del colegio. Por el contrario, Michael Lee es el chico más popular. Así que cuando Michael habla con Jeane por primera vez para contarle que sus respectivas parejas los están engañando es como si hablara con un extraterrestre. Si lo suyo es odio a primera vista, ¿por qué se sienten físicamente tan atraídos el uno por el otro y por qué no pueden dejar de besarse...?
"No te escudes en tus rarezas, haz gala de ellas". "No sigas a nadie. Ve en cabeza". Estas son las dos frases con las que me quedaría y definiría la lectura de Rarita y adorable, que son ni más ni menos que dos puntos del Manifiesto de los raros con los que da inicio esta singular lectura juvenil, pues ha sido una mezcla interesante y más que divertida del romance de instituto con el increíble personaje de Jeane Smith, que a golpe de sarcasmo y mallas naranjas, nos enseña los valores de la autenticidad y la honestidad. 
Rarita y adorable ha sido una lectura genuina dentro del panorama actual juvenil, al menos si hablamos de novelas protagonizadas por adolescentes que, siendo menores y ni habiendo terminado el instituto, van de adultos y cometen atrocidades, con la típica moraleja del valor de la experiencia. No puedo decir, claro, que Jeane Smith me haya parecido la protagonista más madura y sensata de mis lecturas del año, porque no lo ha sido, pero sí que la he apreciado por ser única. Porque Jeane, aun tan joven, tiene claro que la adolescencia es una etapa más en la vida y, si nos dejamos llevar por el rebaño de la moda o el instituto, corremos el riesgo de perder nuestro criterio y hasta la inteligencia. Sin pelos en la lengua, con respuestas para todo, con la verdad por delante y hasta dispuesta a contestar a quien no debiera, Jeane se ha ganado mi respeto, y hasta algunas de mis mejores carcajadas, sobre todo con el panorama familiar que presenta y la habilidad que posee para hacerse enemigos y odios ponzoñosos para su corta vida. En adición, es toda una estrella en las redes sociales, y gracias a ella obtenemos capítulos más que ingeniosos sobre entretenerse en Twitter, escribir artículos punzantes para el blog e inspiraciones para el sueño de todo bloguero de alcanzar el renombre por mención de un medio digital. Obviamente, en Rarita y adorable encontramos también romance y drama, todo en sus justas medidas, porque con los disparates de Jeane, son pocos los episodios en los que no acabamos secándonos las lágrimas de la risa. El otro protagonista de este relato es Michael Lee, toda una antítesis de Jeane, siendo popular en el instituto pero desconocido en las redes, vistiendo la moda de tiendas juveniles y siendo adorado por toda fémina adolescente. Empezando como archienemigos y hasta la kriptonita de ambos, pues no pueden ni permanecer juntos en la misma sala sin sacarse los ojos, ambos acaban compartiendo más de un beso robado y acaban constatando que, siendo tan diferentes, pueden estar juntos. Si a ello le añadimos que Manning tiene la genialidad de turnar sus puntos de vista con cada capítulo, obtenemos el dinamismo de ¡sí, menos mal! tener un punto de vista masculino y ver desde una perspectiva a la siempre perfecta y respondona Jeane.
Eso sí, mi único punto negativo es que esperaba un final menos tajante y una mezcla de moralejas. Y hasta aquí puedo leer.
Rarita y adorable es perfecto para una época de desconexión, como los últimos días de este verano que se nos escapa de las manos. Posee un ritmo ágil, un humor desmesurado con dos protagonistas opuestos entre sí pero más que necesitados el uno del otro, un sinfín de enredos y sentimientos y el valor añadido de forjarse a uno mismo mientras se zambulle en la odisea de las redes. No sé si seguiría a Jeane en la realidad, pero desde luego que leería a hurtadillas todos sus tuits. 
Con la colaboración de Maeva Young