"Ahora sé que el mundo acabó un viernes."
Libro: Red Hill (2013)Autor: Jamie McGuireGénero: ciencia ficción, terror, zombisEditorial: UmbrielFecha de publicación: septiembre 2014Páginas: 352Edición: rústica con solapasWeb: Jamie McGuireValoración: 7/10
¿De qué trata?Nadie abre los ojos pensando que ese día tendrá que enfrentarse al fin del mundo. Pero, a medida que los pacientes se agolpan en la sala de urgencias del hospital en el que trabaja, Scarlet debe comenzar a aceptar que la plaga europea sobre la que las noticias venían informando ha llegado a Estados Unidos… y que, a partir de ese viernes, ya nada será igual. Es lo mismo que descubre Nathan mientras corre con su hija pequeña por unas calles donde cualquier esquina puede esconder el mordisco que conduzca a una muerte agónica. Y lo que constata Miranda en su huida por carretera camino del refugio donde todos ellos habrán de coincidir: Red Hill.
Red Hill // [Among monsters]
¡Sangre, yo quiero sangre y vísceras! Es lo que gritaba mi mente mientras iniciaba Red Hill, una de mis primeras incursiones en las novelas de corte postapocalíptico con zombis de por medio. Ahora que estamos tan concienciados - o quizá, encantados- con un futuro devastador repleto de muertos vivientes, era mi oportunidad de imaginarme, más que ver, mi propia versión de los hechos. Y McGuire, que hasta ahora la conocía por una pluma más dramática y juvenil, ha hecho buenas migas con mis pretensiones sádicas.
"Una novela de zombis con personajes cotidianos, llenos de humanidad" es una de las frases que acompañan a Red Hill, y tras su concienzuda lectura, constato que este thriller apocalíptico ha sido muy adictivo, pues no ha intentado innovar ni darle un giro inesperado al concepto de muerto viviente, sino simplemente, ha querido tener a los lectores en tensión constante. Desde la primera página, nos sitúa en el principio del fin, cuando se inicia la expansión del virus con el denominado paciente cero, y diversos personajes, que seguimos desde sus puntos de vista según el capítulo, van huyendo y dispersándose por el territorio hasta concretarse en un punto de encuentro, Red Hill. Su trama como tal es lineal y no arriesga en este sentido, ya que pone todo su empeño en los personajes, normales y corrientes, en situaciones de auténtico estrés. Lo interesante de este punto es que Red Hill se sitúa en la actualidad y, por lo tanto, la mayoría de los personajes tienen una base cultural sobre el género, así que no son pocas las alusiones a películas o series, e incluso a teorías sobre si es una enfermedad o una infección. Sí, ¡aleluya!, nos ahorramos el soporífero y repetitivo prólogo sobre por qué la humanidad de repente es caníbal y cómo se han de aniquilar, las muertes estúpidas de gente que se deja arrancar un brazo y todos esos minutos prescindibles de los metrajes, por lo que McGuire, nos pone pronto a prueba y nos ofrece un sinfín de carreras y tiros certeros que animan a cualquiera que busque acción.Claro está, no hablamos solo de un libro rebosante de sangre, sino que McGuire nos ofrece un Apocalipsis bastante bien hilado, con un paciente cero situado en un hospital y un diagnóstico previo -y científico- que se agradece, la presencia de militares y todo tipo de conspiraciones políticas, el miedo atroz de los pocos supervivientes y el desdibujar un futuro no tan claro, pero más se agradece que la sangre, cuando toca, realmente te salpica. Además, todos los personajes empiezan más que estables y podemos observar su creciente degeneración a la paranoia o a la mera supervivencia, por lo que además de zombis malolientes y famélicos, Red Hill cuenta con diversos puntos de vista que nos harán estremecer y recordarnos que a veces no hay que temer a los muertos, sino a los vivos.Eso sí, mi única gran pega es ese final. Ese desenlace tan encantador tras unos episodios de tensión irrefrenables y de leer aferrados al libro por miedo a que pueda morir nuestro personaje preferido. Por favor, McGuire, hablamos de zombis...
Red Hill no es la octava maravilla ni os vais a encontrar la cura a un género que está arrasando, pero si desde luego queréis apostar por una novela sobre muertos vivientes y buscáis, ante todo, acción y drama, y personajes arrastrados por su instinto de supervivencia, estáis ante un libro que os va a enganchar.