Literatura: 'The Raven Boys. Los saqueadores de sueños', de Maggie Stiefvater [The Raven Cycle #2]

"Las tuvo a medio camino entre el sueño y la memoria, y después las asió con la mano. Y se despertó. Al despegar los dedos, vio que tenía la llave en la mano. Del sueño a la realidad."

Libro: The Raven Boys. Los saqueadores de sueños (The Dream Thieves, 2013)Autor: Maggie StiefvaterEditorial: Ediciones SMGénero: paranormal juvenil, romance, misterioAño de publicación: mayo 2014Edición: Tapa blanda con solapasPáginas: 495Web: Maggie Stiefvater y The Raven BoysExtras: BooktrailerValoración: 8,5/10
¿De qué trata?Todo el mundo tiene secretos. Los guardamos o nos los guardan, los controlamos o escapan a nuestro control. Ronan Lynch también. El gran secreto de Ronan es que puede coger cosas de los sueños y traerlas al mundo real. Lo malo es que hay alguien más que desea esas mismas cosas. Alguien cuyas intenciones son más siniestras. Y mientras tanto, las líneas ley que rodean Cabeswater se están debilitando. Glendower es un sueño cada vez más lejano, y Gansey no está dispuesto a permanecer indiferente.

The Raven Cycle 2/4:  La profecía del cuervo  //  Los saqueadores de sueños  //  Blue Lily, Lily Blue  //  ?

El bloguero es un animal de costumbres y le gusta repetir y saborear nuevamente ese autor que le enamora con su prosa, con sus historias, con su magia creada en una página. Yo vivo enamorada de Maggie Stiefvater, de su prosa, de sus historias, de su magia creada en una página, así que cuando cogí la continuación de The Raven Boys, ya estaba pactando mentalmente con ella una reseña positiva y emotiva sobre lo mucho que me intrigan sus chicos del cuervo, la necesidad imperiosa que siento por encontrar a Glendower y, por supuesto, lo más que satisfecha que iba a quedar con Los saqueadores de sueños. Y no he fallado en ningún pronóstico.
The Raven Boys. Los saqueadores de sueños ha sido un libro de contrastes y ritmos, pero de alto voltaje. Esta vez, Stiefvater se centra en el chico más problemático de Aglionby, Ronan Lynch, quien ya nos dejaba patidifusos en la última línea de La profecía del cuervo contándonos su más íntimo secreto: posee el poder de traer a la realidad los deseos de sus sueños. Aunque pudiera parecer un don más que rentable y ambicioso para todo aquel que sueña con frivolidades y fortuna, para Ronan, que está acostumbrado a dormir con sus propias pesadillas, es toda una tortura. Creedme si os digo que los terrores nocturnos que posee el muchacho son de una oscuridad terrible, y Stiefvater no escatima en detalles para demostrarnos que nunca estaremos a salvo de aquello que más tememos. A ello hay que añadirle que la línea ley que rodea Cabeswater se vuelve difusa y, por lo tanto, inestable, y afecta a sus propias decisiones para con el mundo onírico y con el imperturbable objetivo de Gansey de encontrar a Glendower.  Por lo tanto, Los saqueadores de sueños ha sido un espécimen extraño entre la tranquilidad de la investigación de Gansey, las tiradas de cartas de la madre de Blue o los viajes en el Camaro para encontrar una línea ley con el frenesí de Ronan por robar un objeto de los sueños, el huir de sus pesadillas y de descubrir el secreto que guardaba con total recelo su difunto padre. 
Si a ello le sumamos que, en esta ocasión, Stiefvater no ha querido jugar ninguna carta más que la expuesta en La profecía del cuervo, ya de por sí más que explosiva, y se limita a desarrollar en profundidad a los personajes y dejarlos actuar según sus propios impulsos, nos topamos con un libro totalmente personal y dado a la montaña rusa de las emociones, pero que en todo momento nos hace sentir intranquilos por lo que pueda pasar con el escurridizo rey cuervo. Así, Los saqueadores de sueños es igual de íntimo, profético y oscuro que su antecesor, pero posee un ritmo inestable, como una línea ley, donde en un instante Ronan imagina lo imposible y, en otras, Gansey se lo juega todo por su destino.

Él era Cabeswater, era el árbol de los sueños y era cada uno de los robles cuyas raíces se hundía entre las rocas en busca de ánimo y esperanza. Sintió el pulso y la aspiración de la línea ley atravesándolo.. Ah, qué término grosero y mundano para denominarla: línea ley. Se acordó de todos los nombres que habían servido para referirse a ella y los encontró más aptos: pasos de las hadas, sendas de los espíritus, vías cantoras, huellas de antiguo, líneas de dragones, senderos de los sueños.
Los caminos de los muertos. 

The Raven Boys. Los saqueadores de sueños  ha sido una excelente continuación de esta saga, que si bien quizá no ha mantenido el ambiente paranormal y se ha centrado más en los personajes y sus relaciones, me deja una gran satisfacción, porque Stiefvater no hace más que superarse y sorprenderme con su imaginación. Ha conseguido mantener el ambiente oscuro e esotérico de La profecía del cuervo, y nos promete algo más perturbador para los dos siguientes libros. 

Lectura conjunta realizada con Chris Lightwood y Vir, ¡pasaos por sus blogs!

Con la colaboración de Ediciones SM