Revista Opinión
Cuenta la leyenda que la ciudad fue fundada por un príncipe griego llamado Jasón, quién en compañía de los argonautas y huyendo del rey Aites, por haberle robado el Toisón de oro, fue navegando por el mar Negro y posteriormente el Danubio, hasta llegar al río Ljubljanica.Jasón tuvo que luchar contra un dragón que vivía junto al río, al que venció; y debido a ello, hoy el dragón es el símbolo de la ciudad, que preside el escudo de armas del castillo y el famoso puente de los dragones, además de encontrarse su figura en otros puntos de la ciudad.Con más de dos mil años de historia, este lugar ha visto pasar muchos pueblos y naciones, como los ilirios, los celtas o los romanos, entre otros. Se piensa que su primer nombre fue Emona, ya que los romanos erigieron aquí el castrum de Emona.Pasaron por este lugar siglos más tarde los hunos con Atila al frente, además de los lombardos, los ostrogodos, hasta que se asentaron los primeros eslovenos. No fue hasta principios del siglo XII cuando se recoge el nombre de Liubliana, un siglo más tarde la metrópoli estaba integrada por tres barrios, la Stari trg, la Novi trg y la Mestni trg.Desde finales de la Edad Media comenzó a asumir el papel de capital cultural eslovena, que actualmente mantiene y que empezó a gozar su etapa dorada en el siglo XVI. En los siguientes siglos se construyeron la Academia de las Bellas Artes, o la Academia Filarmónica.En 1895 Liubliana sufrió un terremoto de gran magnitud, lo que la llevo a una profunda reforma urbanística, en gran medida a cargo del genial arquitecto Plecnik. Además el Art Nouveau terminó de completar el estilo barroco que reinaba en la ciudad.Después de la II Guerra Mundial se la nombró como capital de Eslovenia , uno de los territorios que formaba parte de la República Socialista Federal de Yugoslavia, y fue al poco de caer el muro de Berlín, cuando en 1991 se proclamó su independencia. En la actualidad es la capital de un país moderno, de aire centroeuropeo pero con influencia mediterránea, y una alta calidad de vida.Fotografías: A. Morales (C) 2010.