Revista Cultura y Ocio

Live and Let Die: El Óscar que nunca llegó

Publicado el 01 marzo 2014 por Portman918 @ecosdelvinilo

Recordamos el tema de Macca, en vísperas de los premios de la Academia.
Live and Let Die: El Óscar que nunca llegó
[Ricardo Portmán]@ecosdelvinilo / @portman918Cuando Paul McCartney recibió el encargo del tema principal para el nuevo film de James Bond un escalofrío le recorrió la espalda. A pesar de su eterna confianza en sí mismo, las críticas tirando a la baja de algunos de sus discos y la estridentes puyas de Lennon desde la separación de The Beatles le tenían tocado en su línea de flotación. Lo que le dió el empujón final para lanzarse a por el proyecto fue la participación de su productor de siempre, George Martin.El productor de la película Harry Saltzman en realidad estaba interesado en las cantantes Shirley Bassey o Thelma Houston para vocalizar el motivo principal del film. Pero si algo le motivó a decidirse por invitar a McCartney a componer la canción fue que en 1964 rechazó producir la primera película de The Beatles, A Hard Day’s Night. El síndrome del “error de Decca” le remordía, así que cuando George Martin le dijo que Paul quería incluso que su canción apareciera en los créditos iniciales, no lo dudó. El éxito estaba asegurado.
Live and Let Die: El Óscar que nunca llegóLive And Let Die (acreditada a Paul y Linda McCartney como compositores) se grabó en los estudios de Martin, los AIR Studios, durante las sesiones del album Red Rose Speedway (octubre de 1972). Paul se encargó de la voz y el piano. Linda McCartney tocó tecaldos e hizo los coros. Denny Laine se encargó del bajo y coros. Henry McCullough (guitarra), Denny Seiwell (batería) y Ray Cooper (percusión) completaban el line up. La canción fue lanzada como single y llegó al número dos en las listas americanas y al noveno lugar en Inglaterra. No fue incluida en ningún disco de McCartney hasta su Greatest Wings de 1978. Pero lo mejor estaba por llegar. Fue el primer tema de una pelíclula de 007 en ser nominada a los Premios de la Academia en la categoría de Mejor Canción Original. A pesar que no obtuvo el premio, Live And Let Die es considerada como uno de los mejores temas nominados que se quedaron sin premio.Live and Let Die: El Óscar que nunca llegóLos años han confirmado a esta canción como un clásico, infaltable en cualquier concierto o recopilación del buen Macca. Ha sido versionada hasta la saciedad y revisada hasta su última nota por las más prestigiosas publicaciones musicales. Es un tema que ha superado con creces a muchos otros nominados a los largo de los años. El mejor tema nominado alguna vez a los Óscarno obtuvo la estatuilla pero ganó en leyenda. 

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