Revista Música
Anoche vi Live Forever: the rise and fall of Brit Pop (2003). Un documental de John Docker que ayuda a poner las cosas en perspectiva con respecto al Brit Pop de los 90.
Algunas ideas sueltas:
1) ¿Qué venía pasando antes? El pop británico estaba comenzando la década de manera horrible. Para 1990, 1991, todo en los charts era Phil Collins o Simply Red. La llamita de la esperanza la había encendido Stone Roses, pero según un testimonio del documental, cuando tuvieron todo para dar el gran paso, "se cagaron". Sin embargo, algo quedó de esa mística de "fiesta comunitaria", en conjunción con la nueva droga de entonces, el Extasis.
2) ¿Qué fue el Brit pop? (según Docker). Un fenómeno - valga la redundancia- muy británico, que tuvo que ver, por un lado, con un cambio de aire político- socio-musical, luego del asfixiante período conservador encabezado por Thatcher. Por el otro, el Brit Pop motorizó las ganas de la juventud de dejar de depender de Estados Unidos en materia de "entretenimiento". En este sentido, fue un estallido combinado de música/ diseño/ lugares sociales/ drogas para decir "somos Inglaterra ¿qué hacemos que no tomamos la delantera otra vez?". Desde el Tercer Mundo, difícilmente hayamos podido captar el fenómeno, más allá de intuir el aire fresco que traía en lo musical. De todo lo demás nos quedamos -lógicamente- afuera.
3) It´s politics, idiot. La política se apoyó y utilizó (según se muestra en el famoso encuentro Noel Galllagher- Tony Blair) a los rockeros emergentes para sintonizar con el cambio que proponía el New Labour. La "Cool Britannia" no puede pensarse sin el fenómeno Tony Blair, al que los rockeros, a su vez, masivamente apoyaron.
4) Oasis vs. Blur. El documental se obnubila con Oasis (los monos de clase trabajadora de Manchester) y Blur (los chicos de clase media inteligentes) y centra en ellos dos casi todo el fenómeno Brit pop. Salvo por el testimonio de Jarvis Cocker, deja afuera a varias bandas que fueron parte del movimiento (ausente sin aviso: Suede). Tal vez haya sido como lo cuenta el documental: dos bandas "insignia" y el resto jugando por el tercer puesto.
5) Es interesante la palabra de 3D, de Massive Attack, dejando claro que ellos se sentían totalmente en otra con respecto al Brit Pop cholulo y masivo de Oasis vs. Blur.
6) El poder de los medios. La "guerra" Oasis vs. Blur fue un invento de la NME (que a Damon Albarn lo afectó muy mal, al parecer: lo gastaban por la calle, a la salida del pub, por haber "perdido" a mano de los grasas de Oasis). NME inventó todo y las bandas "cayeron" en la falsa disputa. Ahora bien: es increíble ver las imágenes de la gente agolpándose en las puertas de Virgin o HMV en el 95 para conseguir a primera hora el nuevo single de ambas bandas. Maniobra de marketing aparte, la cosa tomó estado público.
7) En ese sentido, lo que muestra el documental es que la revalorización del Brit Pop fue para Inglaterra una causa nacional. Cuesta creerlo desde nuestra realidad local argentina(donde el pop jamás llegó a tal estado de gracia) pero la disputa trascendió lo artístico y se instaló en lo social. Los grupos de rock aparecían en los noticieros, la gente se peleaba por uno o por otro y Tony Blair se vio prácticamente obligado a posar para la Vanity Fair después que lo hicieran Oasis y Blur.
8) Y es que Inglaterra volvió a estar- por escasos 15 minutos- en la cresta de la ola. Alguien cita el caso "Trainspotting": una película sobre drogadictos y desocupación en Glasgow financiada por Estados Unidos. Algo impensado años atrás.
9) Drogas de los 90 en Inglaterra: cocaína y extasis.
10) Una frase: Inglaterra (aunque sea de reojo) siempre está mirando lo que hace Estados Unidos en materia musical. En cambio los americanos ni los registran. ¿Será así en otros órdenes también?
11) Otra frase: "el brit pop se terminó con el tercero de Oasis" (se refieren a "Be here now"). Parece que fue una gran decepcion nacional, ya que todas las fichas estaban puestas en ellos. Todavia los estan puteando por ese disco.
12) La imagen final que deja el documental, por ende, es la de un fenómeno muy local, muy al interior de Inglaterra. Que estaba haciendo su propia renovación interna, y con ganas de volver a mostrarse orgullosos al mundo pop, después de años de intrascendencia y dominio a manos de los americanos.
Lo que queda abierto es del debate musical, por así llamarlo. Qué quedó en el "debe" y el "haber" de aquellos locos años en el Reino Unido.