Ljubljana

Nos trasladamos de camping para visitar la capital de Eslovenia, Ljubljana, una encantadora ciudad que combina la belleza histórica con un ambiente vibrante y moderno. Ubicada a orillas del río Ljubljanica, la ciudad está marcada por su impresionante arquitectura, calles adoquinadas y numerosos puentes que cruzan el río. Su casco antiguo, con su imponento castillo de Ljubljana coronando la colina, ofrece un ambiente pintoresco y acogedor, con plazas animadas, cafeterías al aire libre y mercados coloridos.

El único camping de la zona cuenta con amplías parcelas, mucha sombra y servicios limpios. Además, dos autobuses paran en la misma puerta y te llevan al centro, lo que hace que la ubicación sea conveniente. sin embargo, el precio es exageradamente caro, por lo que solo planeamos quedarnos una noche.

Una de nuestras primeras paradas en la ciudad es en la emblemática Burek Olimpija para disfrutar de unos grasientos pero deliciosos bureks. Esta tienda es toda una institución en Ljubljana, ofreciendo opciones de queso (el tradicional), carne e incluso manzana. Es todo un festín para el paladar.

La primera impresión la recibimos en Prešernov Trg, una maravillosa plaza rodeada de hermosos edificios y desde donde se accede al famoso puente triple que conecta la plaza con el casco antiguo. Originalmente construido en 1842 con una sola arcada, el arquitecto Jože Plečnik agregó dos pasarelas peatonales entre 1929 y 1932, adornándolo con balaustradas de piedra y farolas.

En el casco antiguo, el imponente castillo de Ljubljana se alza sobre un montículo escarpado, accesible a pie o en funicular desde detrás del mercado central. La entrada al castillo es adicional al billete del funicular, y las visitas no son especialmente impresionantes, por lo que se recomienda no hacer del castillo el único objetivo.

Después de descender a pie, es imprescindible explorar a fondo el casco antiguo, con sus calles peatonales, plazas y los diversos puentes que conectan las dos partes de la ciudad.

Un poco más alejado del centro, Metelkova Mesto es un antiguo cuartel militar que fue ocupado de manera ilegal y convertido en una comuna en los años 90. Hoy en día, el lugar está adornado con una impresionante variedad de grafitis coloridos y murales artísticos que cubren las paredes de los edificios. Estas obras de arte callejero reflejan una amplia gama de estilos y mensajes, desde expresiones políticas y sociales hasta manifestaciones culturales y creativas. En sus instalaciones, se pueden encontrar varios clubes nocturnos, bares, galerías de arte, espacios de actuación y estudios de artistas. Es un lugar donde la creatividad y la expresión se fusionan en un ambiente único y ecléctico.

A pesar de su origen controvertido, Metelkova Mesto ha evolucionado para convertirse en un símbolo de la libertad de expresión y la diversidad cultural en Ljubljana, atrayendo a visitantes de todo el mundo que buscan experiencias auténticas y fuera de lo común.

El hostel cercano es una antigua prisión y las celdas se han transformado en habitaciones que todavía conservan los barrotes originales.

Al atardecer, los cafés a orillas del río se llenan de gente charlando, comiendo y bebiendo. También en la calle paralela, Stari Trg, los restaurantes comienzan a llenarse.. El restaurante Julija ofrece platos tradicionales y mediterráneos como los njoki z jurčki in tartufi (gnocchi con trufa y setas), el cordero asado o los štruklji de queso con salsa de setas. De postre una deliciosa domači jabolčni zavitek Julija z vanilijevim sladoledom (tarta se manzana casera con helado de vainilla).