Este es un capítulo que tenía pendiente contaros. ¿Qué no me pasa a mí? Y es que parece que el universo sepa que tengo un blog y crea que necesito contenidos, porque sino, no me lo explico (nótese la ironía).
Pero sí, lo que dice el título es cierto. La semana pasada tuve que llamar a información toxicólogica por algo que comió Bichito.

No creáis que cogí y le di de comer veneno puro, no.
Fue un accidente, de estos de mujer-que-va-tan-deprisa-que-apunta-donde-no-es. Y es que saliendo de casa la semana pasada, en el ascensor, fui a ponerme crema del sol FPS 50 en la cara (tengo un problemilla en las mejillas y no me puede dar el sol), con tan mala pata, que el chorro salió disparado manchando el espejo del ascensor, la capota del carrito, la cara de Bichito y ¡su lengua! (era sistema tipo pump).
Cuando reaccioné a meterle el dedo en la boca (dedo en el que no había caído absolutamente ni una gota de crema, por cierto), ya era demasiado tarde. Bichito me miraba mientras masticaba y se comía muy gustosamente la crema que le había caído dentro de la boca.
Lo comenté en mi grupo de mamis de whatsapp y me tranquilizaron diciéndome que sería muy poquita cantidad y que seguro que no era preocupante, pero que llamase a información toxicológica y así me quedaría más tranquila.
Antes de que se me olvide, aquí lo tenéis:
915 62 04 20 Instituto Nacional de Toxicología
Me atendió un médico de guardia, que muy amablemente me explicó algo así (tengo lagunas porque estaba nerviosa en aquel momento):
A nivel químico no es preocupante. Es muy poquita cantidad y no se va a intoxicar por eso, pero puede vomitar, y si lo hace, al ser una crema grasa, se le puede ir hacia los pulmones, así que únicamente mantenlo erguido ya sea en brazos o porteándolo para que, si vomita, no se trague nada.
O algo así.
Le di las gracias y pude respirar tranquila. Había superado con éxito mi primera (y espero que última) experiencia con toxicología, y por supuesto, vigilé a Bichito durante todo el día por si le salía algún sarpullido extraño, vomitaba o qué se yo.
He dejado anotado este teléfono en la nevera, y lo llevo también entre los contactos del móvil.
¿Alguien en la sala ha sufrido algún capítulo así con sus hijos? ¿Qué hicisteis? ¿Qué pasó?