Revista Diario

¡Llamada urgente para el Ratón Pérez!

Por Belen
¡Llamada urgente para el Ratón Pérez! Ayer Rayo tenía cita para visitar al dentista, por un lado tocaba la revisión anual y el sellado de las muelas definitivas. Por otro tocaba consultar qué hacíamos con el paleto golpeado de arriba, el que estaba feo a rabiar, porque no se movía y el diente definitivo había comenzado a salir, ¡pero en el paladar! 
Me olía yo que íbamos a salir de la consulta con algún diente menos, pero no quise adelantar acontecimientos, sobre todo para no ponerle a él nervioso. Iba muy confiado y tranquilo. Le sellaron dos muelas y al ver ese diente, ya roto, ennegrecido y sin aspecto de querer caer solo, y con otro asomando por sitio indebido, la mirada cómplice del dentista me dejaba claro lo que tocaba. El paleto de al lado, 'el bueno' como lo llamamos en casa estaba a punto de caramelo así que ya que estaba con los alicantes...... clin, clan y dos dientes menos. El pobre se asustó un poquito, primero por el spray anestésico que debía saber a rayos y después porque el dentista tuvo que aplicarse a conciencia pues aquello tenía una raíz impresionante. Y claro, luego vino la sangre. Mira que nos asusta la sangre, el pobre soltó unas lágrimas muy sentidas por tener que salir de la consulta mordiendo una gasita, pero se portó como un valiente y se recompuso al saber que el premio era un polo, a pesar del frío que hacía. 
El dentista se portó bien e hizo su trabajo de una manera limpia y rápida, pero me sorprende que se pretenda que una criatura de 6 años no diga ni mu cuando le meten dos algodones en la boca, le echan líquido, se lo aspiran, le ponen algo que sabe a rayos..... El niño se portó como un valiente, apenas se movió, pero casi no se le permitía hacer una mueca o un gesto de desaprobación. Como somos los adultos, creemos que ellos entienden todo como nosotros y que poco poco les consentimos. Angelito mío si fue más bueno que el pan. 
Y en vista de como fue la tarde, tocó hacer una llamada urgente al Ratón Pérez. A pesar de llamarle en el último momento no nos ha defraudado y ha venido con su saco lleno de monedas, chocolates y alguna sorpresita más. 
Hoy Rayo se siente muy orgulloso de sí mismo, se siente valiente, se siente mayor. Se ha levantado sonriendo, muy contento y ha llegado al cole luciendo su media dentadura. Me juego cualquier cosa a que ahora está en medio de la clase contando su hazaña al profe y a sus compañeros. Con lo tímido que se muestra en petit comité y lo que le gusta hablar a las masas :D:D 
Mi niño se me hace mayor, va perdiendo sus dientes de leche. No puedo evitar un puntito de nostalgia.

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