Llámalo clic

¿Por qué a veces nos ocurre que todo el mundo ve clarísimo algo sobre nuestra vida y nosotros estamos ciegos?

Lo más común es que la primera vez sea en el colegio y con los amigos. Tus padres te dicen que no les gusta tal o cuál niño y que mejor no vayas tanto con él. Eso nos parece una barbaridad, creemos que nuestros padres están locos, ¿cómo es posible que digan eso de mi gran amigo del alma al que conozco desde hace un mes? Aunque, con el tiempo, nos damos cuenta de cuánta razón tenían y que es cierto lo de Más sabe el diablo por viejo que por diablo que tanto repetían. Esto mismo puede suceder en plena adolescencia, cuando empiezas a tener novietes, pero acaba peor. Muchas tardes de lágrimas junto a tu madre que, si hay suerte, se dará cuenta del daño que hace con el ‘yo te lo dije’ y nos lo evitará. También pasa cuando decides que vas a estudiar lo que te gusta y no lo que tiene más salida. Sin embargo, en esta ocasión, los padres ya no se cortan, el ‘ya te lo dije’ lo repiten siempre que pueden.

No siempre son los progenitores los que ven clara nuestra vida. Con el tiempo los amigos que sí han permanecido en tu vida, las parejas, los hijos y los compañeros,  también perciben que algo nos podría ir mejor,  comparten sus pensamientos y … nosotros seguimos poniéndonos una venda en los ojos.  

Siempre es el mismo proceso. No vemos nada, por mucho que nos lo digan y repitan, por muchas veces que nos caigamos y levantemos, que nos demos contra una pared y nos volvamos a chocar… Hasta que de repente algo sucede  - llámalo clic, clarividencia, lucidez o milagro- y lo vemos todo claro. Por alguna razón, recuperamos el sentido y somos capaces de darnos cuenta del daño que nos hacía tal amigo, lo poco que nos aportaba aquel novio y de lo buena que serías haciendo determinado trabajo, aunque no tenga nada que ver con tu formación. Supongo que forma parte del proceso de aprendizaje y tenemos tanto que aprender…